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Halle-Neustadt, construida como una nueva “ciudad socialista” en Alemania del Este, sin iglesia.

Halle-Neustadt, construida como una nueva “ciudad socialista” en Alemania del Este, sin iglesia.

Fotografía:

Por Stephen Brown*

Alemania del Este es el corazón de la Reforma protestante de Martín Lutero, pero en la actualidad representa uno de los lugares más secularizados del mundo, afirma la socióloga alemana Monika Wohlrab-Sahr.

 

“Los alemanes del Este tienden a ser laicos pertinaces”, dijo en su presentación durante una reciente consulta internacional sobre “Reforma-Educación-Transformación”, que se celebró del 18 al 22 de mayo en Halle, a unos 175 kilómetros al sudoeste de Berlín.

“Hay que tomar en serio este estado de ánimo secularizado”, añadió Wohlrab-Sahr, profesora de Sociología Cultural en la Universidad de Leipzig.

Halle se sitúa en el centro de una región con una rica tradición de la Reforma. A poco más de una hora está Wittenberg, la ciudad donde se cree que Lutero clavó sus 95 tesis denunciando los abusos de la iglesia el 31 de octubre de 1517. Todavía más cerca se encuentra Eisleben, el lugar donde Lutero nació en 1483 y murió en 1546.

También queda cerca Leipzig, donde Lutero defendió sus ideas en la conocida disputa teológica de 1519, y donde dos siglos más tarde el compositor Johann Sebastian Bach fue organista y cantor en la iglesia luterana de Santo Tomás.

Sin embargo, la región es ahora uno de los territorios del mundo menos religiosos, según observó Wohlrab-Sahr.

De acuerdo con el estudio de 2012 Beliefs about God across Time and Countries (Las creencias sobre Dios en distintas épocas y países), el 52% de los habitantes de Alemania del Este dijeron que no creían en Dios –el porcentaje más alto de ninguno de los territorios encuestados–, cifra que contrasta con el 18% de Gran Bretaña y el 10% de Alemania Occidental.

Wohlrab-Sahr señaló que el período del régimen comunista de 1949 a 1989 era el principal motivo de la tan extendida secularización de Alemania del Este. Las autoridades promovieron sistemáticamente una “cosmovisión científica” atea y trataron de marginar la influencia de las iglesias.

No obstante, la región de Alemania del Este en torno a Halle y Leipzig, una zona muy industrializada, fue también un bastión de las ideas socialistas seculares desde el siglo XIX en adelante, agregó.

El bautismo y la confirmación son mucho menos populares en Alemania del Este que en el resto del país. En su lugar, muchos jóvenes del Este participan en un servicio laico de consagración de la juventud llamado Jugendweihe, que se promovió durante el período comunista como alternativa a la confirmación, y que ha sobrevivido a la caída del comunismo.

Wohlrab-Sahr observó, además, que está aumentando el número de funerales laicos: el 45% de los alemanes del Este optan por un “funeral anónimo” donde no hay ningún acto en recuerdo de la persona fallecida.

“El funeral anónimo se ha convertido en un rito laico que compite con éxito con el bastión más sólido de las iglesias: la cristiana sepultura”, dijo.

Este panorama contrasta claramente con el período de la “revolución pacífica” de Alemania del Este en 1989. Las iglesias –siendo las principales instituciones que no estaban totalmente integradas en el aparato del Estado– se llenaron al abrir sus puertas a los alemanes del Este que pedían cambio en el Estado regido por el comunismo.

Sin embargo, con la caída del muro de Berlín y la posterior unificación alemana en 1990, las iglesias dejaron de ser necesarias como espacios donde desahogar la frustración contenida, y el alcance de la falta de fe entre los alemanes del Este se hizo patente.

“El año 1990 supuso una gran decepción para las iglesias”, dijo la obispa Ilse Junkermann de la Iglesia Evangélica en Alemania Central, que incluye la región de Halle, en una mesa redonda durante la consulta “Reforma-Educación-Transformación”.

Ahora, añadió, “vamos camino de convertirnos en una iglesia completamente diferente”.

Varios panelistas subrayaron que la población de Alemania del Este no siempre tiene una actitud hostil, ni siquiera desfavorable, hacia el cristianismo, sino simplemente indiferente.

“La no religiosidad se ha heredado a lo largo de muchas generaciones”, explicó el profesor Michael Domsgen, teólogo de la Universidad Martín Lutero de Halle.

Por su parte, el diácono católico romano Reinhard Feuersträter, capellán del hospital de Halle, informó de cómo las iglesias de la región están experimentando con una nueva “celebración de un momento crucial de la vida” para la gente joven que no opta por la confirmación ni por la Jugendweihe.

Este año, más de 650 jóvenes participaron en tales celebraciones “organizadas de manera ecuménica para alabar a Dios”, según aseguró.

Aun así, era necesario encontrar un nuevo lenguaje para llegar a la gente joven. “Tienen que considerar creíble lo que digo”, afirmó Feuersträter. “Con mi lenguaje religioso, sencillamente no me entienden”.

Los participantes de la consulta de Halle dijeron en una declaración final que deseaban “aprender de las experiencias de [sus] hermanos y hermanas de esta región mientras tratan de interpretar la tradición de la Reforma en su sociedad actual”. Tales experiencias podrían aportar ideas para otros lugares donde también disminuye la identificación con las instituciones religiosas.

De acuerdo con Daniel Cyranka, profesor de Teología Intercultural en la Universidad de Halle, se debe aceptar la falta de religiosidad en Alemania del Este como el contexto en el que las iglesias se encuentran ahí hoy, y no considerarla una situación anómala.

“Las iglesias deben identificar y asumir funciones dentro de un contexto social que no están al servicio de la propia iglesia, sino de las personas y la sociedad”, dice Cyranka. “Eso no quiere decir que se atribuya a las personas no religiosas una religiosidad que realmente existe. Más bien significa comunicarse con otros, aunque implique dirigirse a ellos de una manera religiosa”.

“Y eso puede ser una nueva experiencia, para quienes hablan y para quienes les escuchan, ya sea a través de la advertencia profética, el estímulo o incluso la bendición”.

La consulta sobre “Reforma-Educación-Transformación” fue un proyecto conjunto de Pan para el Mundo, EMW, Faculdades EST São Leopoldo, las Fundaciones Francke y la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg, en cooperación con el Consejo Mundial de Iglesias, la Federación Luterana Mundial, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y la Iglesia Evangélica en Alemania, entre otros asociados.

*Stephen Brown es periodista independiente y autor de varias publicaciones sobre las iglesias de Alemania del Este.