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El siguiente texto forma parte de una serie que explora el tema de la justicia social. La serie completa se publicará en los días previos al simposio internacional Comunicación para la Justicia Social en la Era Digital  que se celebrará del 13 al 15 de septiembre. Estas entrevistas tienen como propósito ofrecer visiones intergeneracionales – y objetivas – sobre la manera en que vivimos en un mundo digital, sobre si las iglesias nos prestan ayuda y sobre cómo podemos trabajar juntos para definir y buscar la justicia social. 

“Justicia social quiere decir que, si bien las personas deben tener acceso equitativo a tecnologías digitales, especialmente al Internet, estas tecnologías no deben ser usadas para intervenir en los derechos humanos”, dijo. 

Un ejemplo que ella cita es la creciente evidencia de que el gobierno chino ha utilizado tecnologías invasivas de vigilancia para monitorear a la minoría uigur dentro de la frontera china.

Los informes muestran que, en nombre del combate contra el entusiasmo religioso musulmán en la era de Xinjiang, que el gobierno chino equipara con el extremismo, las autoridades han recabado gran cantidad de datos biométricos de los uigures. 

Ella dijo que lo hacen al amparo de un programa de salud que transfiere dichos datos al sistema de vigilancia de la policía, haciendo referencia a un artículo titulado “Revealed: Massive Chinese Police Database” (Revelada: Base de datos masiva de la policía china).



Restricciones de Zoom 

Otro de los ejemplos que mencionó ocurrió en 2020. Zoom, la aplicación de reuniones en línea, cerró cuentas de activistas para evitar que celebraran un homenaje con motivo de la masacre de la plaza de Tiananmen, el 4 de junio de 1989 en Beijing, China, a petición del gobierno chino. 

"Es un ejemplo obvio de cómo la violación de la justicia digital también es una violación de los derechos humanos fundamentales y de la libertad en la era digital – la libertad de asociación virtual o en línea es una parte integral de la libertad de expresión”, dice. 

"El mundo digital está íntimamente relacionado con nuestra forma de vida real y con nuestros derechos humanos, y la iglesia debe tomar esto en cuenta”. 

Declara también que hay una necesidad de leyes nacionales e internacionales bien estructuradas para regular y mantener la justicia digital y proteger los derechos humanos en el mundo digital.

La innovación puede permitir a los derechos humanos y a las organizaciones humanitarias prestar atención a la vigilancia, pero existe una necesidad de enfocarse en la libertad del mundo “real” y no en el “control” óptimo o la regulación. 

Las personas deben examinar las leyes internacionales que especifican los derechos humanos universales que se deben proteger. Al mismo tiempo, la censura no debe transgredir dichos derechos. 



'Vivir bajo vigilancia'

La activista dijo que el conocimiento en este campo está incompleto, “pero el espacio digital accesible públicamente debe considerarse un espacio público. Las personas deben tomar responsabilidad de su comportamiento en dicho espacio”, dijo, en referencia a, por ejemplo, las redes sociales, los foros en línea, etc.



Las comunicaciones digitales se pueden rastrear y analizar más fácilmente que las tradicionales (p. ej., los materiales impresos)..



Es comprensible que los medios de comunicación quieran obtener el mayor número de accesos. Sin embargo, la educación en los medios de comunicación debe responsabilizar a estos medios por la información y las ideologías que difunden.



No deben promoverse los discursos de odio o los prejuicios relacionados a, por ejemplo, la raza, la discapacidad, la orientación sexual o la religión.



Mientras tanto, aquellos que viven bajo vigilancia pueden sufrir estrés mental. 



"Y, hablando de manera más general, el gran flujo de información digital puede ser fatigante. Las plataformas de redes sociales en las que las personas tienden a alardear de sus vidas también pueden ser una causa de angustia para aquellos que están en dificultades”, observa. 



Es difícil para las personas encontrarse con sus seres queridos, especialmente durante el confinamiento a causa de la pandemia de la Covid-19, pero es justo entonces que las tecnologías digitales pueden ayudar a reunir a las personas de manera virtual. 



"Debemos diseñar e implementar normas para mantener la justicia social. Una vez implementadas, confío en que las tecnologías traerán justicia e igualdad a la humanidad”, dice. 



"De la misma manera, creo que así es como la iglesia puede ayudar a dar forma a la justicia digital. La justicia digital puede considerarse todavía un “tema nuevo” en las iglesias y, por lo tanto, queda desatendida. Será de ayuda que se preste atención a este tema”, dice.



 “Creo que, a medida que la justicia social sea más relevante para la vida de las personas y que el público tome más conciencia de ella, una mejor regulación puede iluminar el futuro de la humanidad en el mundo digitalizado”. 



Siga el programa y conozca más acerca del simposio "Comunicación para la Justicia Social en la Era Digital"