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La Rev. Minna Winsløw con su material de confirmación hecho a medida. Foto: Claus Grue/CMI

La Rev. Minna Winsløw con su material de confirmación hecho a medida. Foto: Claus Grue/CMI

*Por Claus Grue

Es la temporada de confirmaciones en Groenlandia. En las iglesias de todo el país, los bancos de las iglesias están decorados con flores y velas a lo largo del pasillo central. La alegría se respira en el aire, pues ha llegado el momento de que la gran mayoría de jóvenes de 14 años confirme su bautismo cristiano.

Como en cualquier otro lugar, la confirmación es una oportunidad para que la iglesia se acerque a esos jóvenes niñas y niños y les hable sobre la fe cristiana y la vida en general. En algunos casos, también debe entablar un diálogo sobre traumas graves, como el abuso sexual y la violencia doméstica; una realidad de la que un tercio de los niños de Groenlandia ha sido testigo o víctima directa.

“Es nuestra responsabilidad como cristianos invitar a las personas a dialogar sobre sus pesares y facilitar un proceso de sanación, para que los traumas de la infancia puedan ser tratados por profesionales lo más pronto posible. Eso requiere una labor de concientización, clérigos bien capacitados y buen material pedagógico”, explica la Rev. Minna Winsløw, asesora teológica y responsable de formación y educación en la diócesis de Groenlandia.
Una de sus tareas es equipar a los sacerdotes y demás miembros del personal con herramientas para hacer frente a situaciones complejas y traumas, que, en muchos casos, también pueden haber experimentado ellos mismos.

Velar por la seguridad de la infancia

A través del Compromiso del CMI con la niñez y de su Política de protección de la infancia, que deben conocer y firmar todos los empleados y voluntarios de todas las parroquias de Groenlandia, se ha logrado concientizar mundialmente sobre el abuso y la violencia infantil.
“Estamos organizando continuamente cursos sobre los derechos del niño y la política se ha implementado de manera sistemática. Ahora se incluye en el contrato que los nuevos empleados firman en el momento de la contratación”, señala Winsløw.
El siguiente paso es lanzar un programa educativo integral sobre gestión de traumas, desarrollado por el Instituto de Sanación de Traumas de la Sociedad Bíblica Americana y dirigido por la misióloga Harriet Hill, coautora de un libro titulado “Sanando las heridas del trauma”. La diócesis de Groenlandia espera implementar el programa más adelante este año, cuando el material haya sido traducido y adaptado a las condiciones locales de Groenlandia. 
“Gestionar traumas es en gran medida una cuestión de concientización, valor y habilidades pedagógicas. En Groenlandia, los desafíos son extraordinarios, ya que hacemos frente a varios tipos de experiencias traumáticas, que con frecuencia están relacionadas. El abuso sexual, el incesto y la violencia suelen ser parte de un patrón en que la alienación étnica, la pérdida de identidad, el alcoholismo y los intentos de suicidio son ingredientes comunes. Nuestros programas educativos deben tener en cuenta esas circunstancias especiales para trabajar en el contexto local”, explica Winsløw.

Dificultades para la detección temprana

Con su experiencia como maestra de escuela, la Rev. Winslow se ha hecho experta en detectar dificultades entre niños y adolescentes en fases tempranas. Esa capacidad ha resultado ser muy útil en su posición actual, donde su fe cristiana y su llamado divino como sacerdote complementan sus habilidades pedagógicas.

“El programa de gestión de traumas tiene sus fundamentos en la Biblia y se basa en la ciencia psicológica moderna. Cada conferencia del programa integra referencias cruzadas de ambas fuentes. La misericordia de Dios nos ayuda a sanar nuestras heridas”, dice Winsløw.

El programa está dirigido no solo a los jóvenes, sino también a los adultos que han sufrido traumas similares en la infancia.

Para la confirmación, la diócesis de Groenlandia ha elaborado su propio material pedagógico, titulado “El Pacto: la respuesta a tus preguntas”, que Winsløw ha escrito e ilustrado.

“Está adaptado a nuestro contexto y ha sido diseñado específicamente para facilitar un diálogo con los jóvenes sobre los mismos asuntos que aborda nuestro programa de gestión de traumas. Los jóvenes traumatizados suelen tener dificultades para concentrarse. Entablar un diálogo basado en la confianza en torno a su situación constituye un desafío pedagógico”, explica Winsløw, y añade que la confirmación es el momento idóneo para que la iglesia participe en esos diálogos.

Cuando terminen las confirmaciones de este año, la Rev. Winslow se tomará un descanso veraniego de sus obligaciones en la oficina diocesana de Nuuk, la capital de Groenlandia, y se unirá al Comando del Ártico como capellán del ejército. Trabajar con soldados será otra experiencia más con la que aprender y crecer.

 

*Claus Grue es asesor en materia de comunicación para el Consejo Mundial de Iglesias

Una nueva serie de artículos presenta la vida de la iglesia de Groenlandia y los desafíos climáticos, comunicado de prensa del CMI, 24 de mayo de 2019 (en inglés)

Más información sobre el Compromiso del CMI con la niñez