Entrevista
¿Cómo van los preparativos de la Asamblea de la Conferencia de las Iglesias Europeas (KEK, por sus siglas en alemán) que tendrá lugar en Tallin en junio?
Dr. Sørensen: Los preparativos de la Asamblea en Tallin están avanzados. Llevamos casi dos años trabajando en esta Asamblea con un equipo internacional bastante grande de voluntarios y miembros del personal. Creo que lo estamos consiguiendo, y tenemos ganas de recibir a los delegados, los observadores y otros participantes en Tallin a mediados de junio. Espero que sea una oportunidad para que, por encima de todo, las iglesias de Europa se reúnan y confraternicen en la comunidad. Han pasado cinco años desde que celebramos nuestra última Asamblea y, desde entonces, hemos tenido la crisis de la COVID-19 durante la cual las personas no pudieron reunirse. Las personas nos insisten en reunirse, rendir culto juntas, orar juntas y, por supuesto, también tomar decisiones sobre el futuro de la organización. ¿Cómo estamos las iglesias de Europa hoy en día en una sociedad que se caracteriza por el aumento de la secularidad y del pluralismo, y con cada vez más crisis en toda la región? Creo que estos asuntos estarán entre las prioridades del orden del día cuando nos reunamos en unas pocas semanas.
¿Cuáles han sido los esfuerzos de la KEK en respuesta a la invasión rusa de Ucrania? ¿Mantienen las iglesias europeas una postura unida en contra de la agresión?
Dr. Sørensen: Por casualidad, habíamos planeado celebrar una gran reunión virtual pocas horas después de la invasión en 2022, así que tuvimos la oportunidad de reunirnos inmediatamente después de su inicio. Nos reunimos más de cien personas de forma virtual para hablar de lo que había ocurrido, orar juntas, compartir nuestras ideas, llorar juntas, y creo que ese fue el principio de un fuerte compromiso de la KEK de trabajar y comprometernos con este conflicto y esta guerra. Desde entonces, hemos realizado visitas en la región, y en Ucrania, con dirigentes de iglesias. Más recientemente, hemos lanzado nuestra iniciativa Senderos hacia la Paz, que es un catálogo de proyectos e iniciativas con los que animamos a nuestras iglesias miembros a formar parte de la labor conjunta a favor de la paz en esta guerra y, sobre todo, a trabajar por lo que viene después de la guerra, lo que se puede construir después de que reconstruyamos Ucrania. Las iglesias también están considerando su papel ahora y, en particular, después de que termine finalmente la guerra.
¿Dónde ve esperanza en cómo pueden las iglesias superar los desafíos?
Dr. Sørensen: Nuestras iglesias miembros nos han pedido de manera muy firme que nos comprometamos lo máximo posible en la crisis actual. Ellas mismas han sido muy activas de diversas maneras a la hora de trabajar con los refugiados de Ucrania, con la labor de socorro, asegurándose de que se llevaban productos a Ucrania que allí necesitaban los refugiados y otros, así que creo que la respuesta de las iglesias locales y de las iglesias miembros ha sido enorme, y nadie tiene realmente la perspectiva general de lo que ha ocurrido. Por nuestra parte, intentamos trabajar con lo que es nuestra ventaja comparativa a este respecto: Nos acercamos a las instituciones europeas en Bruselas con la perspectiva particular de una organización religiosa, e intentamos hacer comprender a quienes adoptan decisiones que también la iglesia tiene un papel que desempeñar en un conflicto como este y en la construcción de la paz al fin y al cabo.
¿Cuáles son sus esperanzas y expectativas con respecto a la próxima Asamblea de la KEK en relación con este asunto?
Dr. Sørensen: La Asamblea será una oportunidad para que las iglesias se expresen: cómo ven los conflictos en Europa, cómo ven la situación en este momento, cómo les gustaría abordar esta situación con la guerra en suelo europeo, cómo se ven en cuanto recursos para la paz y la reconciliación. Creo que estos serán temas centrales que se debatirán en Tallin en junio de este año.
