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Arusha (Tanzanía) Fotografía: Albin Hillert/CMI, 2018

Arusha (Tanzanía) Fotografía: Albin Hillert/CMI, 2018

Las iglesias de todo el mundo celebrarán la Semana de Acción de las Iglesias por los Alimentos, del 11 al 17 de octubre. El hambre es una cruda realidad para el 26,4% de la población mundial. El tema del Día Mundial de la Alimentación, que este año se celebra el 16 de octubre, es “Cultivar, nutrir, preservar. Juntos”.

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) proporciona recursos, entre ellos, servicios de oración en línea y una serie de podcasts que cuentan con la participación de agricultores y comunidades religiosas de diferentes regiones del mundo. Los jóvenes y las personas con discapacidad expondrán su visión sobre el logro de la soberanía alimentaria.

Dos mil millones de personas padecen inseguridad alimentaria moderada o grave.

Pero diez meses después del inicio de la pandemia de COVID-19, tras más de 35 millones de casos registrados en todo el mundo y más de 1,03 millones de fallecidos a causa de la enfermedad, el acceso a los alimentos y a los medios de vida se ha vuelto cada vez más difícil en todo el mundo.

Se espera que la cantidad de personas que sufren inseguridad alimentaria aguda casi se duplique, hasta alcanzar los 265 millones en 2020, frente a los 135 millones de 2019. La pandemia afecta al 60% de la fuerza laboral mundial (dos mil millones de trabajadores) que tiene un empleo informal. El 80% de ellos se encuentra en el África subsahariana, donde la mayoría no tiene acceso a un sistema de seguridad social.

También se estima que, en 2020, otros 140 millones de personas vivirán en la pobreza extrema, con menos de 1,90 dólares al día.

“Si no hay trabajo, no hay comida”, dijo Celine Osukwu, miembro del Grupo de referencia internacional de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial y de la Red Ecuménica de Defensa de las Personas con Discapacidad. “Los creyentes, que tienen un fuerte arraigo en sus comunidades, están respondiendo heroicamente a esta crisis”.

Osukwu recordó el episodio en que Jesús alimentó a la multitud (Mateo 14:13-21). “No hay excusa que valga, tenemos que responder a esta crisis juntos, compartiendo lo que tenemos, con fe, para velar por que todo el mundo tenga qué comer, sin dejar a nadie atrás y sin desperdiciar comida”, dijo.

Durante la semana, las iglesias buscarán formas de alentar a las personas a “volver a las bases” y de promover una producción agrícola ecológica, local y diversa, cuyo impacto sobre la Tierra y las personas sea mínimo.

El doctor Manoj Kurian, coordinador de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial del CMI, dijo: “Velemos por que los pequeños agricultores y los pueblos indígenas tengan acceso a las semillas, la tierra, el agua, los recursos y los mercados. Compartamos solidariamente los recursos, cuidándonos mutuamente, y velando por que todas las personas tengan derecho a una alimentación adecuada, asequible y nutritiva”.

La campaña Alimentos por la Vida del CMI-AEAM