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La sesión plenaria sobre Europa, celebrada el 2 de septiembre en Karlsruhe, se basó en Lucas 10, en la parábola bíblica del buen samaritano, con el amor compasivo de Cristo como telón de fondo.
“Durante más de tres siglos, el Imperio ruso y la Unión Soviética han intentado suprimir la singularidad del pueblo ucraniano”, afirmó el arzobispo Yevstratiy de Chernihiv y Nizhyn de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania. “No obstante, estamos luchando con éxito por nuestra libertad, por nuestro futuro independiente”.
El arzobispo Yevstratiy agradeció a las organizaciones ecuménicas su firme posición ante la ofensiva rusa y sus peticiones al patriarca ruso Kirill. “Nadie tiene derecho a bendecir una agresión ni a justificar los crímenes de guerra y los actos de genocidio”, señaló.
El profesor Sergii Bortnyk, de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, compartió cómo está ayudando su iglesia. “Muchos fieles se han convertido en voluntarios. Nuestra iglesia recibe y distribuye diferentes tipos de ayuda humanitaria, que proviene especialmente de los países vecinos y de nuestras iglesias hermanas”, explicó.
El secretario general de la Conferencia de Iglesias Europeas, Dr. Jørgen Skov Sørensen, destacó que “Ucrania es una preocupación no solo para Europa, sino también para el mundo”.
“Debido a nuestro reciente pasado, la guerra en suelo europeo tiene connotaciones que trascienden este momento y lugar concretos en la historia. Esta guerra evoca recuerdos de antaño y pone en tela de juicio la firme confianza europea en que esta región del mundo había dejado atrás la guerra y se ha convertido —o, más bien, se había convertido— en un continente con una paz duradera”, dijo.
El Dr. Sørensen compartió que la Conferencia de Iglesias Europeas organizó una preasamblea europea en febrero tras la invasión rusa de Ucrania, en la que el programa se estableció de un día para otro, para dar cabida a los temores, la incertidumbre y la conmoción en los que estaba inmersa Europa en ese momento. “Escuchamos las diferentes voces, analizamos la situación y oramos juntos”, dijo.
La Dra. Dagmar Pruin, presidenta de Brot für die Welt (Pan para el Mundo) y Diakonie Katastrophenhilfe, compartió cómo la guerra en Ucrania ha provocado un sufrimiento inconmensurable a la población. “La destrucción, el desplazamiento, la tortura y las muertes violentas son la realidad de millones de personas”, afirmó.
La Dra. Pruin habló de los importantes desafíos a los que se enfrentan los organismos eclesiales a la hora de prestar ayuda a las víctimas de la guerra, especialmente cuando existe una gran necesidad derivada de otras catástrofes, como el cambio climático. Subrayó que la labor humanitaria de las iglesias está, y debe seguir estando, arraigada en la visión de la diaconía.
Discurso de S.E. el arzobispo Yevstratiy de Chernihiv y Nizhyn, de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (en inglés)
Discurso del profesor Dr. Sergii Bortnyk, de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (en inglés)
Retransmisión en directo de la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)
Fotografías de la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania)
