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© Rabeeha Mazhar/Norwegian Church Aid Pakistan

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En un país donde los cristianos están en clara minoría y sufren con frecuencia discriminación, y en un contexto de constantes fricciones y violencia reiterada entre personas de diferentes tradiciones religiosas, la Iglesia de Noruega y la Iglesia del Pakistán han emprendido recientemente un nuevo camino ecuménico durante una semana en Lahore (Pakistán).

Al ser recibida el pasado 15 de enero por el obispo presidente de la Iglesia del Pakistán, Samuel Robert Azariah, la obispa presidenta de la Iglesia de Noruega, Helga Haugland Byfuglien, se convirtió en la primera obispa que visita Pakistán, y además predicó durante el servicio dominical en la Iglesia Catedral de la Resurrección en Lahore.

“Ha sido una gran experiencia sentir la calidez y hospitalidad con que nos reciben aquí”, dijo Byfuglien después del servicio. “El que una iglesia que no ordena mujeres de un país con una sólida estructura patriarcal me invite a pronunciar un sermón demuestra que la comunidad ecuménica mundial es fuerte”, dijo.

“Hemos entrado en la comunidad como hermanos y hermanas noruegos en Cristo, que permanecen unidos con los cristianos de Pakistán sobre la base de una misión común”, añadió Byfuglien. A continuación, reflexionó: “En Noruega sentimos un fuerte vínculo con Pakistán gracias al amplio grupo de noruegos que tienen sus raíces en este país. Este grupo representa una parte importante de nuestra iglesia noruega y contribuye a nuestra vida religiosa y cultural común, así como a nuestra comunidad con su trabajo. Este es uno de los mensajes que he transmitido a aquellos con quienes nos hemos reunido aquí en Pakistán”.

La cooperación diaconal, clave para las relaciones sólidas

La visita de la obispa Byfuglien responde a la invitación del obispo Azariah, que lleva mucho tiempo comprometido con el diálogo y la cooperación diaconal con la Iglesia de Noruega, la Sociedad Misionera de Noruega y Ayuda de la Iglesia Noruega.

Berit Hagen Agøy, secretaria general del Consejo de Relaciones Ecuménicas e Internacionales de la Iglesia de Noruega, que acompañó a Byfuglien durante esa semana, reflexiona lo siguiente: “Las sonrisas y las risas de los niños discapacitados que conocimos en la escuela de la iglesia –niños cuyos padres con frecuencia intentaban ocultar– son un testimonio sumamente poderoso de los valores cristianos de la dignidad humana. La iglesia predica el Evangelio de una manera clara por medio de la labor diaconal. Esto es algo de lo que tenemos mucho que aprender en la Iglesia de Noruega. Si queremos brindar apoyo a los cristianos en Pakistán, una de las mejores cosas que podemos hacer es apoyar a las instituciones diaconales de la iglesia”.

Las relaciones entre los organismos diaconales de las iglesias también van más allá de las relaciones entre cristianos: todavía el año pasado representantes de la Iglesia de Noruega y Ayuda de la Iglesia Noruega participaron en una conferencia sobre el diálogo interreligioso en Lahore, bajo el tema “Peregrinación de vida hacia la reconciliación”.

“Desde 2004, hemos participado activamente con la Iglesia del Pakistán en iniciativas interreligiosas sobre la cohesión social entre las diferentes comunidades religiosas de Pakistán”, dice Arne Sæverås, asesor de Ayuda de la Iglesia Noruega para la paz y la reconciliación. “Este trabajo refleja asimismo de muchas maneras la labor interreligiosa que la Iglesia de Noruega realiza en Noruega”, añade.

“La contribución de Ayuda de la Iglesia Noruega es extraordinaria”, dijo Byfuglien, “y entablar un diálogo con sus asociados es una parte importante de nuestra visita a Pakistán”.

Las relaciones ecuménicas generan esperanza en tiempos difíciles

“En Pakistán, hemos sido testigos de la discriminación sistemática de las minorías religiosas no musulmanas”, comenta Berit Hagen Agøy, “y nos hemos encontrado con la actitud de que las minorías son libres de convertirse al islam, consiguiendo así un trato igualitario”.

“No hay duda de que este enfoque es inaceptable, por lo que es una buena señal que las autoridades pakistaníes hayan hablado recientemente de reforzar la protección de las minorías del país. Pero todavía queda mucho camino por recorrer antes de que en Pakistán se respete plenamente la libertad de religión”, dice Agøy.

“Hemos entablado un diálogo sincero con los ministros encargados de las minorías y los derechos humanos, a nivel estatal y nacional”, añade la obispa Byfuglien. “Y aunque hay muchos buenos indicios de que las autoridades están incluyendo la situación de las minorías en la agenda, seguimos muy preocupados por la situación de los derechos humanos aquí en Pakistán”.

“No obstante, la iglesia que hemos conocido no ha perdido la esperanza”, concluye Byfuglien. “Todo lo contrario. Conocer a jóvenes cristianos que se educan y sueñan con el futuro, y encontrarse con mujeres que conocen sus derechos y demuestran tener coraje para luchar por ellos produce una gran impresión. Además, hemos conocido a dirigentes de iglesias esperanzados que mantienen que hay futuro para los cristianos en Pakistán. Puede que aquí haya pocos cristianos, pero realizan una labor impresionante, con escuelas y servicios de salud, llenan las iglesias los domingos, y cuando les preguntamos qué podemos hacer para ayudarles, nos contestan: ‘Bueno, pueden empezar por llenar las iglesias en Noruega’”.

La Iglesia del Pakistán acoge a musulmanes y cristianos (comunicado de prensa del CMI del 23 de marzo de 2016, en inglés)

Iglesias miembros del CMI en Noruega

Iglesias miembros del CMI en Pakistán