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© Ayoko Bahun-Wilson/CMI

© Ayoko Bahun-Wilson/CMI

Un grupo de adolescentes que participaron en un taller en Lomé (Togo) los pasados 24 y 25 de marzo estuvieron de acuerdo en que los servicios de salud sexual y reproductiva no solo tienen que ser accesibles para los jóvenes, sino también para hombres y mujeres, y deben contar con la participación de los jóvenes, para que tanto los hombres como las mujeres jóvenes tengan acceso a la información y a los servicios que deseen y necesiten.

Unos 35 adolescentes de escuelas públicas, privadas y religiosas de Togo y Costa de Marfil se reunieron para hablar sobre el tema “Salud sexual y reproductiva, violencia e infección por  VIH”.

Estos talleres de dos días para jóvenes de 11 a 19 años tuvieron por objetivo concienciarles sobre la educación sexual integral, la salud reproductiva y la campaña internacional “All In” #EndAdolescentAIDS.

La plataforma “All In” para la acción y la colaboración está basada en el objetivo de acabar con la epidemia de sida para el año 2030. La campaña internacional “All In” está organizada por un equipo directivo que incluye a UNICEF, a ONUSIDA: Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA, al Fondo de la población de la ONU, a la Organización Mundial de la Salud, al Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del sida, al Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, a la Fundación Staying Alive de MTV, y al movimiento de jóvenes y adolescentes representado por el Fondo para jóvenes líderes sobre VIH: PACT e Y+.

La colaboración con ONUSIDA, el Consejo Nacional para la lucha contra el VIH/SIDA y las enfermedades de transmisión sexual de Togo, la Conferencia de Iglesias de toda el África (AACC) y la oficina regional para el África Occidental de las Iniciativas Ecuménicas y Acción Mundial sobre el VIH/SIDA (EHAIA/CMI) permitió a los adolescentes escuchar a un representante de ONUSIDA Togo que encomió la labor de EHAIA/CMI por ser la primera organización religiosa en iniciar oficialmente la campaña “All In”, reuniendo a adolescentes, que son los más desatendidos en la respuesta al VIH.

Fue también una oportunidad para que el Dr. Christian Mouala admitiera que en Togo no se ha iniciado oficialmente la campaña y expresase su deseo de que se realice la labor progresiva e internacional realizada por EHAIA/CMI junto con otros asociados.

Se solicitó que la Dra. Angèle Maboudou, responsable de ONUSIDA en materia de seguimiento y evaluación, regresase al día siguiente para proporcionar apoyo técnico.

El Rev. Dr. Simon Dossou, representante de la AACC, comentó el significado de la elección de las fechas y el grupo de edad para el taller: “El jueves de la Semana Santa es un día simbólico, y ver a los participantes vestidos de negro en representación de su labor para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas envía un poderoso mensaje. Además, según la tradición judía, los adolescentes pasan a formar parte plenamente de la sociedad a la edad de doce años, y el ejemplo de Jesús enseñando en la sinagoga a esa edad determinó el papel de los adolescentes en la sociedad. Hoy, están aquí reunidos jóvenes de esa misma edad para reflexionar sobre los desafíos a los que se enfrentan, y han sido designados como mensajeros para ir y compartir las buenas nuevas que escuchan aquí”.

Durante estos dos días, los adolescentes participaron en sesiones sobre conocimientos, prácticas y actitudes relacionados con el VIH y la educación sexual. Los participantes constataron que, a menudo, la respuesta ante la susceptibilidad de los adolescentes de contraer VIH consiste en intentos de “mantener a los adolescentes alejados del sexo”. Puede que se les prive de educación sexual en la escuela porque los adultos temen que el transmitirles estos conocimientos pueda fomentar la actividad y la experimentación sexual por su parte. Por la misma razón, el acceso de los adolescentes a los servicios de salud sexual y reproductiva puede verse limitado.

A pesar de esto, estas restricciones no han evitado que los adolescentes sean sexualmente activos ni les han protegido de las potenciales infecciones de transmisión sexual (ITS) como el VIH.

La influencia de las redes sociales en la toma de decisiones de los adolescentes, las relaciones con distintos compañeros/as sexuales y las relaciones sexuales intergeneracionales son factores que hay que tener en cuenta para la reducción de la vulnerabilidad de los adolescentes ante el VIH.

Adama Akpéné, de la Asociación Cristiana de Jóvenes en Togo, afirmó: “En tanto que adolescentes y jóvenes, tenemos que cambiar de actitud, puesto que la lucha contra el VIH ya no es solo un concepto, sino una cuestión de actitud, consciencia, autoconocimiento y decisión”.

El estudio bíblico conceptual ayudó a los adolescentes a redefinir los conceptos y los contextos para llegar a la conclusión de que los adolescentes tienen que romper las barreras, como lo hizo Jesús en Juan 4.

El debate sobre la sexualidad, la violencia sexual y de género, y el VIH subrayó el hecho de que los adolescentes, tanto hombres como mujeres, deberían recibir educación sexual para estar bien informados sobre el proceso reproductivo y sobre las posibles consecuencias positivas y negativas del sexo. Este tipo de educación debe ofrecerse dentro del marco más amplio de la salud sexual y reproductiva, porque a menudo son situaciones y conductas de riesgo similares las que hacen que los adolescentes sean vulnerables a la violencia, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y, en el caso de las mujeres jóvenes, los abortos inseguros.

Los participantes concordaron en que se precisan mayores esfuerzos para permitir que los jóvenes y los adolescentes participen en el diseño, la implementación y la evaluación de los servicios de salud sexual y reproductiva, para que estos estén orientados a la juventud y sean accesibles para los jóvenes.

Iniciativas Ecuménicas y Acción Mundial sobre el VIH/SIDA del Consejo Mundial de Iglesias