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Signing of the agreement

Firma del acuerdo por parte de Martin Modéus, arzobispo de la Iglesia de Suecia, y Michael Curry, obispo primado de la Iglesia Episcopal, el 27 de marzo de 2023.

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El 27 de marzo, Martin Modéus, el arzobispo de Suecia, y Michael Curry, obispo primado de la Iglesia Episcopal, firmaron un acuerdo de colaboración.

Diversos representantes de la Iglesia de Suecia en el extranjero estuvieron presentes en la ceremonia junto con representantes de la Iglesia Vieja Católica, la Federación Luterana Mundial, el Consejo Mundial de Iglesias y la Iglesia Evangélica Luterana en América, por nombrar algunos, confiriendo al evento una dimensión ecuménica más amplia.

La firma del acuerdo contiene varias disposiciones prácticas, como el establecimiento de un marco para la cooperación de las congregaciones al margen de las dos iglesias.

“El acuerdo entre la Iglesia Episcopal y la Iglesia de Suecia es otra expresión significativa de la creciente comunión entre las tradiciones anglicana y luterana. Creemos que podemos cooperar a la hora de abordar desafíos importantes que se plantean a la misión de la iglesia en el mundo actual. Por lo tanto, se trata de un paso adelante encomiable y que supone un motivo de alegría para el ecumenismo”, afirmó el arzobispo Martin Modéus de la Iglesia de Suecia.

La relación entre las iglesias anglicana y luterana se remonta al siglo XVIII, las cuales han mantenido un estrecho vínculo, a pesar de pertenecer a tradiciones diferentes. La Iglesia de Suecia forma parte de la tradición luterana, mientras que la Iglesia Episcopal se inscribe en la tradición anglicana.

“Ya desde el siglo XVIII, existen diversas formas de cooperación práctica. Luego, en los tiempos modernos, cuando empezó el movimiento ecuménico a finales del siglo XIX y principios del XX, cabe destacar los contactos entre la Iglesia Episcopal y otras iglesias anglicanas, y la Iglesia de Suecia en diversos contextos ecuménicos. Y en la actualidad, en los últimos veinte años más o menos, ha habido buenos ejemplos de cooperación entre nuestras congregaciones de expatriados en Europa y las congregaciones de expatriados episcopales en el continente europeo”, indicó el Rev. Dr. Christopher Meakin, decano emérito de la Iglesia de Suecia.

Meakin dijo que el motivo por el cual el acuerdo se ha celebrado en París, y está siendo llamando el “Acuerdo de París”, es que la iniciativa de emprender este proceso que ha conducido al presente memorándum, de hecho, surgió en París en 2009.

“El entonces obispo episcopal de Europa, que reside en París, propuso una resolución de convocatoria para que profundizáramos nuestra relación porque pensaba que había ejemplos muy positivos de cooperación en el contexto europeo entre las congregaciones expatriadas. Así que el proceso empezó con su iniciativa. Luego, en 2010, cuando los caucásicos tenían que aprobar la resolución, mantuvimos nuestra primera reunión en París. Y ahora la firma también tiene lugar en París porque el obispo primado tenía previsto venir para dirigir la celebración del 100o aniversario de su catedral en la capital francesa”, explicó Meakin.

Asimismo, observó que este acuerdo fortalece la constante y creciente comunión entre las iglesias luteranas y anglicanas de todo el mundo.

“La Iglesia de Suecia ya forma parte de esta comunidad, llamada la Comunión Porvoo, entre las iglesias luteranas de los países nórdicos y bálticos y las iglesias anglicanas de las islas británicas y la península ibérica, existente desde los años noventa. Y en América, también existe una comunión entre la Iglesia Episcopal y la Iglesia Luterana, la Iglesia Evangélica Luterana en América, y la Iglesia Evangélica Luterana y la Iglesia Anglicana del Canadá. Así pues, en cierto sentido, puede decirse que mediante este acuerdo se añaden otros aspectos a este desarrollo mundial de relaciones entre los luteranos y los anglicanos”, afirmó Meakin.

Reflexionando sobre el evento, Julija Naett Vidovic y Marc Boss, en representación del Consejo Mundial de Iglesias, dijeron que “la elección de la fecha del 27 de marzo, día de conmemoración del pionero ecuménico Charles Henry Brent en el calendario litúrgico de la Iglesia Episcopal, confirió a este acto una dimensión ecuménica muy especial”.

También dijeron que los discursos pronunciados antes de que se firmara el “Acuerdo de París” habían dejado claro que se trataba de un evento que reflejaba el espíritu de colaboración, así como un ecumenismo de la vida y del corazón. En particular, señalaron que el mensaje de Margaret Rose, adjunta ecuménica, había sido muy contundente. Alentaba a esforzarse por el desarrollo de la bondad en cada uno de nosotros.

El objetivo de este ecumenismo es responder a los diversos desafíos a los que se enfrenta hoy el mundo cristiano. Basándose en las enseñanzas del reino de Dios, las iglesias deben trabajar juntas para abordar las cuestiones relacionadas con la inmigración, el pluralismo y el respeto de los derechos fundamentales, añadieron Vidovic y Boss.

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