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Los miembros del Grupo Mixto de Trabajo estarán reunidos del 3 al 7 de septiembre cerca de Augsburgo (Alemania). Foto: CMI

Los miembros del Grupo Mixto de Trabajo estarán reunidos del 3 al 7 de septiembre cerca de Augsburgo (Alemania). Foto: CMI

Diez semanas después de que el papa Francisco visitara el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en Ginebra, como “un peregrino en busca de la unidad y la paz”, los líderes eclesiales de diferentes iglesias que representan al CMI y a la Iglesia Católica se reúnen esta semana en Alemania para seguir “caminando, trabajando y orando juntos”.

Los miembros del Grupo Mixto de Trabajo de la Iglesia Católica Romana y el CMI se reunirán del 3 al 7 de septiembre cerca de la antigua ciudad bávara de Augsburgo, centro de la Reforma y también sede de la firma de la reconciliadora Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación.

La reunión, ubicada en un centro ecuménico dirigido por el movimiento de los Focolares y por miembros de una fraternidad evangélica luterana, analizará los desafíos y oportunidades planteados por la visita papal del 21 de junio al CMI.

El secretario general del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, recordó tanto la alegría como las responsabilidades que supuso la visita de junio.

“Toda la jornada con el papa Francisco fue realmente un signo de esperanza para todos los que quieren que los cristianos sean y actúen como uno solo en Cristo”, dijo el Rev. Tveit. “No nos detendremos aquí. El Grupo Mixto de Trabajo tiene ante sí una importante tarea, porque juntos podemos hacer mucho más por quienes nos necesitan y podemos demostrar que eso contribuye a una mayor unidad”.

El obispo Brian Farrell, secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, habló del desafío al que se enfrenta el movimiento ecuménico: “En el CMI, el papa Francisco instó a todo el movimiento ecuménico a ir más allá de los debates y las vacilaciones introspectivas, y a no usar nuestras diferencias para justificar el mantenernos separados y negarnos a trabajar juntos para llevar el poder salvador del Evangelio a un mundo roto", dijo.

El obispo Heinrich Bedford-Strohm, presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica de Alemania, reflexionó sobre la celebración del 500º aniversario de la Reforma: “¿Está Cristo dividido?”. Esa pregunta de la primera carta de San Pablo a los corintios obligó a Bedford-Strohm, en 2010, a proponer que el aniversario de la Reforma, en 2017, se convirtiera en una “Fiesta de Cristo”, enfocada en la centralidad del Evangelio de Cristo y no solo en la herencia luterana.

“Fue una gran experiencia ver cómo se abrieron las puertas y los corazones, cómo se forjaron amistades en el camino, y cómo los cristianos de diferentes tradiciones eclesiales pudieron celebrar juntos, sanando recuerdos y creando nuevas relaciones. ¡Y eso debe seguir ocurriendo!”, dijo Bedford-Strohm.

El trabajo que queda por hacer

El Grupo Mixto de Trabajo, dirigido por el metropolitano ortodoxo Nifon de Targoviste (Rumania) y el arzobispo católico Diarmuid Martin, de Dublín (Irlanda), también seguirán trabajando en dos documentos que destacan la cooperación ecuménica en la construcción de la paz y en la atención pastoral de los migrantes y refugiados.

La preparación de esos textos contó con la cooperación de expertos del Dicasterio Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Esas oficinas de la Santa Sede también están trabajando en estrecha colaboración con el CMI en la preparación de la conferencia “Migración, xenofobia y populismo con motivaciones políticas”, que se celebrará en Roma del 18 al 20 de septiembre.

Más de medio siglo después de su fundación, el Grupo Mixto de Trabajo también discutirá la dirección futura de las relaciones entre los católicos y el CMI, y estudiará un proyecto de digitalización para hacer que sus valiosos archivos históricos estén disponibles en línea.

El CMI es una comunidad mundial que reúne a 350 iglesias protestantes, ortodoxas, anglicanas e iglesias independientes que representan a más de 550 millones de cristianos de más 120 países. La Iglesia Católica no es un miembro de pleno derecho, pero coopera estrechamente con el CMI.

Más información sobre el Grupo Mixto de Trabajo del CMI con la Iglesia Católica Romana