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Brazil black lives matter
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La grabación muestra cómo Joao Alberto Silveira Freitas, de 40 años, fue golpeado repetidamente en la cara por los vigilantes de seguridad del comercio.

El obispo Luíz Vergílio Batista da Rosa, presidente de la Facultad Episcopal de la Iglesia Metodista de Brasil, emitió un comunicado en que expresa su pesar y su solidaridad con la familia de Freitas. “Esperamos que se haga justicia. No perdemos la esperanza en una sociedad más justa, fraternal y acogedora, sin racismo ni violencia étnica. En calidad de cristianos, afirmamos que no basta con no ser racista; tenemos que ser antirracistas",  escribió.

El obispo Naudal Alves Gomes, primado de la Iglesia Episcopal Anglicana del Brasil, dijo: “Nuestra responsabilidad, como ciudadanos cristianos, renunciar a estos pecados sociales y estructurales, dejarlos atrás, y comprometernos verdaderamente con la justicia y la paz del Reino de Dios. Nuestra Iglesia ha buscado seguir este camino, a través de su voz profética, del ejercicio de la solidaridad y de la búsqueda del diálogo con otras religiones”, dijo.

Según un estudio reciente del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, los afrodescendientes constituyen el 56,10% de la sociedad brasileña. Sin embargo, la discriminación y la violencia raciales siguen siendo un fenómeno generalizado en el país.

“Con gran consternación, hemos seguido las noticias sobre otro caso más de violencia racial en nuestro país. Nos solidarizamos con todas las víctimas de la violencia y hacemos un llamado a la justicia y la paz", dice la declaración de los dirigentes de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil. “Debemos vencer el mal con el bien, transformar la violencia en paz”.

El Consejo Coordinador de la Iglesia Presbiteriana Unida de Brasil emitió un comunicado en que reitera su compromiso histórico de combatir el racismo y todas las formas de discriminación. “No hay cristiano que viva un cristianismo maduro y guarde silencio ante este pecado social que margina y mata a millones de hombres y mujeres negros en nuestra patria”, asevera el comunicado.

La Iglesia Presbiteriana Independiente del Brasil organizó un evento en línea, con ocasión del Día Nacional de la Conciencia Negra, para abordar el problema del racismo como pecado. “¡El racismo es un delito! ¡El racismo es un pecado! La iglesia necesita hablar de esta triste realidad para luchar contra ella, de conformidad con los principios del Evangelio de Jesucristo”, dice el anuncio del evento.

Para la Rev. Romi Bencke, secretaria general del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas, el asesinato de João Alberto es otro acontecimiento más que revela la faceta racista de Brasil. “Además de este asesinato, en los últimos días, las mujeres negras recientemente elegidas para ocupar cargos en ayuntamientos han recibido amenazas de muerte”, dijo. “Esperamos que no solo los guardias de seguridad rindan cuentas por este crimen, sino también la cadena de supermercados. Las empresas privadas también deben asumir la responsabilidad de las prácticas racistas”.

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