“Dios nos llama a cuidar adecuadamente de los dones divinos de la tierra, el agua y otros recursos”, afirmó el obispo anglicano Julio Murray, de Panamá.
Murray es el moderador de la Red Ambiental de la Comunión Anglicana y de la Comisión sobre Justicia Climática y Desarrollo Sostenible del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). “El concepto bíblico de ‘jubileo’ invita a proporcionarle un descanso a la tierra —a liberar a la tierra de la explotación, perforación y extracción— para permitir la regeneración y la renovación de este planeta que es nuestro único hogar. Sabemos que, en lo que al cambio climático se refiere, el tiempo corre en nuestra contra. Tenemos que poner fin a la extracción y producción de combustibles fósiles si queremos evitar las peores consecuencias del cambio climático. Por eso, las iglesias apoyan y piden un “Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles” ahora.
La COP es un espacio y un proceso dirigido a que las partes aumenten su ambición de combatir el cambio climático, acuerden el camino a seguir para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC, trabajen juntas para adaptarse a los impactos del cambio climático y compensen los daños y las pérdidas debidos al cambio climático. Los actores religiosos que participan en la COP forman parte de ese trabajo y aportan cada año su experiencia y su perspectiva a las negociaciones.
“Las partes deben respetar los acuerdos de la ONU y, en la última COP, se acordó que el mundo debería realizar una transición para abandonar los combustibles fósiles”, afirmó Mattias Söderberg, copresidente del Grupo de Referencia sobre Justicia Climática de ACT Alianza. “Eso significa que la era de los combustibles fósiles tocará a su fin y, en consecuencia, es necesario que todos los países garanticen que sus vías de desarrollo serán ecológicas y sostenibles”.
“Espero que la COP29 envíe un mensaje contundente a todas las partes para que presenten planes climáticos nacionales sólidos y ambiciosos”, declaró Julius Mbatia, director del programa de justicia climática de ACT Alianza. “Estos planes deben guiar sus esfuerzos para abordar la mitigación, la adaptación y los daños y pérdidas en los próximos años”.
“Hoy vivimos una situación de emergencia climática y, aún así, la COP29 actúa como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para realizar la transición”, dijo Henrik Grape, coordinador del Grupo de trabajo del CMI sobre cambio climático y copresidente del Comité de Enlace Interreligioso. “No obstante, si queremos evitar los efectos más peligrosos del cambio climático, necesitamos una transformación ahora”, y esta transformación debe empezar en el 10% más rico del mundo, ya que es responsable del 50% de las emisiones”.
“Los medicamentos también son un don de Dios cuando se usan en las cantidades adecuadas, pero tomar demasiado de cualquier medicamento puede ser venenoso”, dijo Niko Humalisto, especialista en promoción y defensa de la Misión Evangélica Luterana Finlandesa. “Los combustibles fósiles tienen aplicaciones extraordinarias, pero un uso excesivo de ellos puede ser mortal para demasiadas personas en todo el mundo, y ya lo está siendo”.
“La Biblia nos enseña que Dios puso a las personas en la tierra para que la cuidaran, haciendo hincapié en nuestro papel colectivo como administradores, y no como explotadores”, señaló Romario Dohmann, miembro de la delegación de la Federación Luterana Mundial integrada por representantes de las iglesias miembros de la comunión. “Ser administradores implica el deber de proteger y cuidar la creación”.
“La emergencia climática a la que nos enfrentamos hoy es una señal importante de que no hemos sabido ser buenos administradores de la creación de Dios. Estamos llamados urgentemente a cambiar nuestro modo de actuar y a trabajar por la justicia climática”, prosiguió Dohmann, que procede de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
ACT Alianza, el Consejo Mundial de Iglesias y la Federación Luterana Mundial forman parte del Comité Interreligioso de Enlace con la CMNUCC. El Comité Interreligioso de Enlace publicó su Llamado a la Acción para la COP29, que afirma: “Todos los países deben dar prioridad a la eliminación urgente de los combustibles fósiles, que son la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero, eliminando las subvenciones y apoyando un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, y rechazando las soluciones conciliatorias o de geoingeniería que prolongan el uso de los combustibles fósiles.”
ACT Alianza, la Federación Luterana Mundial y el Consejo Mundial de Iglesias son tres de las casi 60 organizaciones religiosas que han firmado este Llamado a la Acción.
Leer el mensaje completo (en inglés)