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En noviembre de 2020, los huracanes Eta e Iota azotaron con fuerza la costa norte de Honduras.

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Mateus habló en nombre del Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, secretario general en funciones, que se encuentra actualmente de vacaciones.

El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU confirma que el cambio climático provocado por el ser humano se está acelerando y está cambiando radicalmente el planeta, nuestro único hogar.

El informe señala que estamos peligrosamente cerca de superar el límite relativamente seguro de 1,5°C de aumento de la temperatura mundial en menos de dos decenios, lo cual conllevaría consecuencias cada vez más desastrosas.

“Los signos de los tiempos nunca han sido tan evidentes”, dijo Mateus. “El informe constituye una grave señal de alarma”.

“Se trata de una preocupación que ocupa un lugar prioritario en el programa de la próxima Asamblea del CMI”, añadió, observando que en un texto publicado recientemente sobre el tema de la Asamblea –“El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”– un grupo internacional de teólogos escribió que “según muchos científicos, la Tierra se encuentra hoy en un nuevo período de su historia, llamado el Antropoceno, en el que el impacto del dominio humano, sobre todo en los últimos 200 años de industrialización, ya no puede revertirse”.

El informe de la ONU también pone de relieve que los objetivos del Acuerdo de París de 2015, entre los cuales figura mantener el aumento de la temperatura mundial a no más de 2°C por encima de los niveles preindustriales, todavía pueden alcanzarse a condición de que se produzcan recortes inmediatos, drásticos y sostenibles en las emisiones de dióxido de carbono.

“La esperanza radica en la acción”, afirmó Mateus, instando a que en la próxima Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP26, cuya celebración está prevista en Glasgow del 1 al 12 de noviembre, se formule un plan de acción inmediata.

“La COP26 debe dar lugar a medidas concretas y suficientes que se apliquen ya”, indicó.

El secretario general adjunto hizo hincapié en que nunca ha sido más urgente para todos los gobiernos, pero sobre todo para aquellos que representan a los países ricos y los contaminadores históricos, redoblar las contribuciones determinadas a nivel nacional con vistas a lograr emisiones netas cero lo antes posible.

“Esta situación exige nada menos que una transformación urgente y radical hacia sociedades y economías de emisiones netas cero, en un marco de justicia y solidaridad”, dijo. “Disponemos de los medios financieros y tecnológicos necesarios para responder con firmeza a la emergencia climática, y estos medios deben compartirse con las comunidades pobres y vulnerables que son las que menos han contribuido a la crisis”.

Mateus también destacó que hemos de escuchar a los niños y los jóvenes que instan a los adultos a realizar cambios sistémicos resilientes al clima, pues los niños serán los principales afectados por las repercusiones del cambio climático.

“Todos nosotros debemos poner de nuestra parte para doblegar la curva de emisiones y evitar una catástrofe climática, así como para promover sociedades resilientes”, observó. “Las medidas sin precedentes adoptadas por muchos gobiernos y las iniciativas solidarias de muchas comunidades para hacer frente a la pandemia de COVID-19 muestran el potencial de una respuesta mundial eficaz a la emergencia climática”.

Al acercarse la fecha de la COP26, la iniciativa “Domingo Climático” insta a las iglesias a centrarse en la creación (comunicado de prensa del CMI, 3 de agosto de 2021) (en inglés)

Más información sobre la labor del CMI relativa al cuidado de la creación y la justicia climática