El arzobispo Anastasios, que ha sido un catalizador influyente en el mundo ortodoxo y una figura muy prominente en el ámbito ecuménico, ha fallecido tras una breve enfermedad.
Ha sido miembro honorario de la Academia de Atenas y expresidente del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), y, con sus más de seis décadas en el movimiento ecuménico, era conocido como heraldo de paz y sabiduría en todo el mundo e impulsor del diálogo interreligioso.
“Hoy recordamos y honramos no solo los logros intelectuales e institucionales y la dedicación ecuménica del arzobispo Anastasios”, dijo el secretario general del CMI, Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, “sino también su maravilloso espíritu de cordialidad, que le permitió abrir constantemente canales de reconciliación, renovación y diálogo, incluso y especialmente en tiempos y lugares difíciles. Deja a nuestra comunidad mundial un loable e inspirador legado como verdadero testimonio cristiano de la paz, la justicia y la reconciliación”.
La trayectoria de Anastasios en el ministerio de la Iglesia abarca más de 60 años, desde sus inicios en Grecia y África hasta su defensa de la paz y la justicia ecológica en este siglo, pasando por la dirección de la Iglesia Ortodoxa en Albania tras décadas de virulenta antirreligiosidad como parte del bloque soviético, la construcción de iglesias e instituciones educativas en la Albania posterior a 1989, y la reformulación y renovación de la misión en un mundo ortodoxo que, en ocasiones, se resistía a ello.

Photo: Archdiocese of Albania
El moderador del CMI, el obispo Heinrich Bedford-Strohm, ha declarado: “Con la muerte del arzobispo Anastasios, muchos de nosotros, a nivel personal, hemos perdido también a un amigo. En su faceta de obispo y colaborador, admiro también su infatigable labor como constructor de puentes y reconciliador entre las iglesias ortodoxas de Europa y más allá, especialmente en las décadas posteriores a la Guerra Fría, y hasta nuestros días. Esta labor ha sido inestimable en momentos en que diferentes lealtades e intereses nacionales, económicos y políticos en conflicto amenazaban nuestra unidad. Le estamos muy agradecidos, arzobispo Anastasios”.
Estilo afable y liderazgo firme
La personalidad amable de Anastasios, su carácter afable y su apertura a aprender de las distintas tradiciones y puntos de vista hicieron de él un ecumenista natural y una fuerza progresista en los círculos interreligiosos y misiológicos.
Fue miembro de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización del CMI (CMME, 1963-1969) y de su comité de estudios misioneros, y después secretario para la investigación misionera y las relaciones con las iglesias ortodoxas en la Secretaría General del CMI (1969-1971). Posteriormente participó en el programa del CMI para el Diálogo con las Religiones e Ideologías de Nuestro Tiempo (1975-1983) y desempeñó la función de moderador de la CMME (1984-1991), así como la de miembro del Comité Central del CMI (1998-2006) y presidente del CMI (2006-2013).
El arzobispo Anastasios participó activamente en la planificación del Santo y Gran Concilio de junio de 2016 y la convocación de las iglesias ortodoxas autocéfalas, culminando así décadas de labor interortodoxa.
Bajo su liderazgo, la Iglesia Ortodoxa de Albania acogió numerosas reuniones interconfesionales en la Academia de “San Vlasios”. Anastasios también inició la creación del Consejo Interreligioso de Albania (KNFSH), destinado a promover el diálogo y la coexistencia armoniosa de las comunidades religiosas.
Además de docenas de medallas y premios, el arzobispo recibió 19 doctorados honoris causa.

Press Conference at the WCC 9th Assembly 2006: Rev. Dr Margot Kassmann, Archbishop Anastasios of Tirana, Durrës and All Albania and Archbishop Desmond Tutu.
Un teólogo orientado hacia el mundo
Anastasios, que ha sido un teólogo y autor prolífico de dos docenas de libros en varios idiomas, es quizá más conocido por abordar las cuestiones y el diálogo interreligiosos, como hace en su volumen de 2003 Facing the World: Orthodox Christian Essays on Global Concerns (Una mirada hacia el mundo: ensayos cristianos ortodoxos sobre preocupaciones mundiales, Publicaciones del CMI, 2003). Sus primeras experiencias en África le llevaron a replantearse toda la empresa de la misión en su volumen de 2007 Mission in Christ’s Way (La misión a la manera de Cristo, Publicaciones del CMI).
En su libro más reciente, Coexistence (Coexistencia, publicado en seis idiomas en 2022), ofrece reflexiones sobre la guerra, la pobreza, el terrorismo, la corrupción, la injusticia, la globalización y una visión alternativa.
“Es nuestro deber no limitarnos a una observación y descripción pasivas de estas consecuencias, sino que, por el contrario, debemos luchar por la globalización de la paz, la solidaridad y el amor”, dijo. “Para muchas personas, esto parece utópico; sin embargo, sigue siendo la visión, el deseo y la lucha de aquellas que todavía creen en la necesidad vital de una coexistencia armoniosa universal que no elimine la singularidad de los pueblos, sino que utilice creativamente sus talentos”.

Foto: Global Christian Forum
Una vida más allá de las fronteras
Anastasios Yannoulatos nació en 1929 en El Pireo (Grecia). Tras licenciarse en la Universidad Nacional de Atenas en 1952, realizó estudios de posgrado en historia de las religiones, etnología, misiones y africanología en las universidades de Hamburgo y Marburgo. Fue ordenado sacerdote en 1964, se doctoró en la Universidad Nacional de Atenas en 1970 y fue consagrado obispo de Androussa (Grecia) en 1972.
Fue profesor de Historia de las Religiones en su alma mater de 1971 a 1997.
También fue arzobispo en funciones del Santo Arzobispado de Irinoupolis (Kenia, Uganda, Tanzania) de 1981 a 1991, antes de ser destinado a la recién independizada Albania, donde fue consagrado arzobispo de Tirana y primado de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania en 1992.
Foto: Xanthi Morfi/CMI
Como arzobispo, restauró y siguió desarrollando la Iglesia Ortodoxa de Albania, que había estado totalmente disuelta durante 23 años. También dirigió programas innovadores en los ámbitos de la salud, el bienestar social, la educación, el desarrollo agrícola, la cultura y la ecología, convirtiendo a la iglesia en un importante agente económico y cultural. Al mismo tiempo, se esforzó por ayudar a aliviar las numerosas tensiones en los Balcanes.
En 2015, como ejemplo de ello, fue el anfitrión de la consulta del Foro Cristiano Mundial en Tirana. Allí se dieron cita 150 líderes de alto nivel y representantes de diversas tradiciones eclesiásticas de más de 60 países dispuestos a escuchar y aprender, y a solidarizarse con las iglesias y las personas cristianas que sufren discriminación y persecución en el mundo de hoy. “Es el fruto de nuestro trabajo conjunto en Albania”, dijo el arzobispo Anastasios.
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Leer su último libro, Coexistence (en inglés)