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Woman preparing food at home

En noviembre de 2020, cuando el huracán Iota llegó a Honduras, a las familias se les proporcionó un lugar seguro para alojarse en un refugio gestionado por la Iglesia Episcopal en San Pedro Sula.

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En la sesión informativa que se celebró con participantes de diferentes lugares del mundo, especialmente de África, el Dr. David Nabarro, enviado especial de la Organización Mundial de la Salud sobre la COVID-19, instó a los líderes de la iglesia y de la sociedad civil a tomar medidas inmediatas.

Tras una introducción a cargo del Dr. Manoj Kurian, coordinador de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial, el Dr. Nabarro advirtió: “es necesario que tomemos medidas para no tener que recordar el año 2022 como el año en que se produjo una crisis de la civilización porque, tras la pandemia, la humanidad no pudo encontrar la manera de promover la equidad, la realización de los derechos y el bienestar no solo de las personas, sino también de nuestro hermoso planeta”.

“De esta forma, podremos ofrecerlo a las generaciones futuras como un lugar de esperanza y crecimiento”.

El enviado especial de la OMS explicó que tomó conciencia de esto a mediados del año pasado “escuchando a muchos ministros de agricultura que participaron en una reunión celebrada en Roma en el mes de julio decir uno tras otro que esto no está funcionando; que el cambio climático, la COVID-19 y los conflictos están haciendo que la seguridad alimentaria de nuestros pueblos se encuentre en un estado realmente preocupante”.

Los sistemas de comercio no funcionan

El Dr. Nabarro mencionó que los sistemas de comercio mundial no funcionan, que los países dependen de las importaciones por la crisis de la COVID-19 y que no pueden conseguir los productos que necesitan.

“Debido al cambio climático y a la COVID-19, los agricultores, y en especial los pequeños agricultores y los pescadores, no logran producir lo necesario”, afirmó.

Marianne Ejdersten, directora de Comunicación del CMI, mencionó los factores que han desencadenado la crisis actual:

“El mundo se enfrenta a una crisis alimentaria desencadenada por la guerra en uno de los “graneros” principales del mundo, lo que hace que muchos otros lugares se enfrenten a una hambruna grave; no obstante, el planeta ya se enfrentaba a una crisis alimentaria antes de que comenzara la guerra en Ucrania”.

“Una nueva crisis mundial está surgiendo de la guerra en Ucrania, con el potencial de provocar que millones de personas pasen hambre, hacer subir los precios de los alimentos y provocar disturbios más allá de la zona de conflicto”. Destacó que 811 millones de personas se van a dormir con hambre todas las noches.

“Juntos, Rusia y Ucrania representan más de una cuarta parte del suministro mundial de trigo que se exporta a países como Egipto, Líbano, Turquía, Yemen y Somalia, entre otros muchos”, señaló Marianne Ejdersten. “En esos países se encuentran las poblaciones más vulnerables del mundo”.

Sofía Monsalve Suárez, secretaria general de FIAN Internacional, la organización internacional de derechos humanos sobre el derecho a la alimentación y la nutrición, señaló que es esencial analizar cuándo comenzó la crisis.

“Podríamos decir que llevamos en crisis desde 2007, si recordamos la primera gran crisis alimentaria que tuvimos en aquel momento, y las desigualdades en términos de control de la tierra y los recursos naturales, así como en términos de justicia fiscal, la cuestión de la deuda, se ha mencionado, son ejemplos de las causas estructurales de esta crisis alimentaria”, afirmó.

El desmantelamiento de las capacidades

La dirigente de FIAN acusó al Banco Mundial y a muchas instituciones financieras internacionales de convencer a los países y obligarlos a desmantelar su capacidad nacional de producir alimentos, almacenarlos y disponer de programas públicos de alimentación para su distribución en las escuelas y similares.

“Así pues, se les ha dicho que era mejor confiar en el mercado global. Pero ahora, desde la COVID-19, hemos visto que las cadenas mundiales de suministro de alimentos son extremadamente vulnerables ante estas situaciones, ya sea debido a las condiciones climáticas o por cuestiones geopolíticas y bélicas como las actuales”, señaló.

El Dr. Thorsten Göbel, director de Programas de ACT Alianza, habló del impacto global de la crisis en las respuestas humanitarias y de los lugares donde el hambre se hace sentir con fuerza.

“Hemos observado o nos han informado los miembros de ACT de que esto ha sido especialmente así en los países en conflicto, como la República Democrática del Congo, Etiopía, Sudán del Sur, Afganistán o Siria”, afirmó.

Mervyn Abrahams, del Grupo de Justicia Económica y Dignidad de Pietermaritzburg, habló sobre la situación nacional en Sudáfrica.

“Hemos visto que los precios de los alimentos se han disparado desde el comienzo de la COVID-19, y esa tendencia se ha manternido. Así que, en efecto, el conflicto entre Rusia y Ucrania ha agravado la situación, pero el problema del aumento de los precios de los alimentos lleva bastante tiempo entre nosotros”, afirmó. Señaló que la disponibilidad de alimentos no es un problema en Sudáfrica, un país exportador, pero que el hecho de que los precios sean demasiado altos en comparación con los ingresos están afectando a las comunidades más vulnerables.

Impacto en la infancia

Sin embargo, añadió: “En Sudáfrica, observamos que 199 niños menores de cinco años han fallecido en nuestro sistema de hospitales públicos como resultado directo de la desnutrición en solo los dos primeros meses de este año”.

La Prof.ª Dra. Esther Mombo, del departamento de teología de la Universidad de San Pablo en Limuru (Kenia), recordó que “de la historia de Jesús alimentando a cinco mil personas podemos extraer algunas lecciones para la crisis del hambre en diferentes lugares del mundo que estamos atravesando”, y afirmó: “En el mundo hay suficientes alimentos para todos. Cuando Jesús vio una multitud de personas, dijo a sus discípulos que les dieran alimento.  Cuando damos alimento a los hambrientos, no les estamos haciendo un favor, sino que actuamos como espera Dios de nosotros, como pueblo de Dios por medio de Jesucristo”.

Seminario en línea del CMI: sesión informativa sobre la crisis mundial de los alimentos y la respuesta a la crisis - YouTube (en inglés)