*Por Claus Grue
Es una mañana de domingo brillante y fresca de mediados de mayo en Ilulissat, en la costa oeste de Groenlandia, a más de 300 kilómetros al norte del círculo polar ártico. Como de costumbre, el mar está salpicado de brillantes icebergs de diferentes formas y tamaños. Esta mañana, como la mayoría de las mañanas en esta época del año, nuevas formaciones de agua helada, nacidas de la capa de hielo de Groenlandia en el fondo del fiordo de Ilulissat, han salido a la bahía de Disko y se han formado justo enfrente de la Iglesia de Sión, una de las dos iglesias de la Iglesia de Groenlandia en uso en Ilulissat. Construida en 1779, esta joya de madera de color marrón oscuro es la iglesia más antigua del país y un lugar de encuentro natural para los lugareños.
La Iglesia de Sión de Ilulissat, de 240 años de antigüedad, es la más antigua de Groenlandia. Fotografía: Claus Grue/CMI
El interior es acogedor y colorido, con bancos pintados de azul y un techo de madera pintado de blanco sostenido por pilares blancos a ambos lados de un pasillo alfombrado de rojo. Las grandes ventanas de estilo romano permiten que entre mucha luz del día en la habitación. Su ambiente cálido y acogedor se ve potenciado por un pequeño órgano situado en la parte posterior izquierda, frente a la entrada, para que el organista pueda dar la bienvenida a la gente.
El acogedor y colorido interior de la Iglesia Sión. Fotografía: Claus Grue/CMI
La enseñanza de los confirmandos es fundamental
Esta mañana de domingo en particular no es diferente de los otros domingos en los que se celebra el culto aquí. Como de costumbre, ha venido mucha gente y no quedan muchos asientos en los bancos. Dos jóvenes llegan tarde y encuentran un par de plazas libres en una de las últimas filas después de que el organista haya empezado a tocar. La temporada de confirmación se acerca, pero antes de que estos niños puedan ser confirmados, se espera que asistan al culto cada domingo durante diez semanas. Cuando no lo hacen, pueden estar seguros de que la Rev. Marianne Platou Olsen, que preside la Diócesis del Norte de la Iglesia de Groenlandia, lo notará y tendrá unas palabras con ellos más tarde. Para ella, y para sus colegas de la parroquia de Ilulissat y de otros lugares de la diócesis, la enseñanza de los confirmandos es fundamental.
“Ir a la iglesia los domingos es una parte importante de su educación bíblica y necesitan tener una buena explicación para no presentarse”, señala la Rev. Platou Olsen.
Ahora, con el otoño a la vuelta de la esquina y las confirmaciones concluidas por el momento, está contenta de que el 99 por ciento de los niños de 14 años de toda su diócesis hayan confirmado su pertenencia a la familia cristiana de Dios este año.
Ella es muy estricta acerca de la asistencia obligatoria al culto para los confirmandos. También le gusta mucho enseñar, lo cual puede tener algo que ver con su anterior actividad profesional como maestra de escuela.
“He estado rodeada de niños toda mi vida, y siempre me ha encantado. Ser pastora es aún mejor que ser maestra de escuela, porque me da la oportunidad de predicar el Evangelio e inspira a los niños y a los jóvenes a adorar a Dios y vivir una vida cristiana”, afirma.
Testigo cristiano al servicio público
Ser testigo cristiano, escuchar a las personas, darles esperanza y guiarlas en una dirección positiva es lo que ella está llamada a hacer cada día.
“Es mi deseo que las personas aquí confíen en mí y sientan que siempre pueden acudir a mí y compartir sus problemas, y quiero que los padres traigan a sus hijos a la iglesia”, explica.
Presidir la diócesis significa ser una figura pública en la que la gente puede confiar. Ella considera el cuidado pastoral como la parte más importante del trabajo de un pastor. En una sociedad predominantemente inuit, donde las fuertes tradiciones indígenas se ven desafiadas por los estilos de vida occidentales, la necesidad de cuidado pastoral es considerable. Hace dos años, la Iglesia de Groenlandia puso en marcha un servicio de atención pastoral por SMS-chat tres veces por semana, que abarca toda la isla.
“Por supuesto, siempre es mejor hablar cara a cara con la gente, pero en un país grande con una población dispersa, esta es una buena alternativa. Observamos una demanda creciente, y ahora somos seis párrocos de diferentes parroquias de Groenlandia en servicio alterno, listos para responder”, explica la Rev. Platou Olsen.
Se necesitan más miembros del clero
Cubrir los puestos vacantes del clero suele ser difícil, especialmente en las zonas rurales. Lo mismo ocurre con los músicos, y también con los administradores que representan a sus congregaciones. La solución a la escasez de clero es generalmente contratar catequistas, cualificados para asumir algunas de las tareas del pastor ordenado, pero no todas.
“Afortunadamente, hemos logrado formar y contratar a catequistas muy competentes, pero, aún así, los pastores ordenados están obligados a hacer visitas regulares a las congregaciones donde no hay ningún miembro del clero para realizar servicios que los catequistas no pueden llevar a cabo. Eso significa muchos viajes para mí y para mis compañeros pastores”, explica la Rev. Platou Olsen.
Viajar en este contexto a menudo significa viajar en helicóptero o en trineo de perros, y estar fuera de casa varios días cada vez, en algunos casos, incluso semanas.
Enormes formaciones de hielo procedentes del casquete glaciar de Groenlandia. Fotografía: Claus Grue/CMI
Otro desafío en el norte de Groenlandia es involucrar a un número suficiente de personas, en particular, a los jóvenes, para que participen activamente en la vida de la iglesia.
“Los jóvenes de hoy en día tienden a preocuparse por otras cosas. Debemos mantener el diálogo que iniciamos con ellos cuando son confirmados y encontrar formas de involucrarlos en coros y otras actividades”, señala la Rev. Platou Olsen.
Cultos alternos en dos iglesias
Cada domingo, el culto se celebra en la Iglesia de Sión o en Naalakatta Illua, un poco más grande, que significa la Casa de nuestro Santo Padre, situada en una colina con vistas a la ciudad y a la bahía. Este es también un edificio de madera, aunque más cuadrado y más parecido a un granero en su arquitectura, y no tan antiguo como su iglesia hermana en la orilla del mar.
La Casa del nuestro Santo Padre es la otra iglesia de Ilulissat. Fotografía: Claus Grue/CMI
Estas dos iglesias se encuentran entre las iglesias cristianas más septentrionales del mundo. Como miembros del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), a través de la Iglesia de Groenlandia, proporcionan una dimensión ártica al ecumenismo, en el que las cuestiones relativas al cambio climático son fundamentales.
“Significa mucho para nosotros formar parte de la comunidad cristiana mundial, porque amplía nuestro horizonte y lleva nuestras voces mucho más allá de las costas de Groenlandia. Mejora nuestra comprensión de la vida eclesial en otros países y nos inspira espiritualmente”, afirma la Rev. Platou Olsen.
Arraigada en su amada Groenlandia
Ya de niña, sintió el llamado a ser funcionaria pública. Ser hija de un pastor groenlandés significaba moverse bastante por toda la isla, reunirse y socializar con todo tipo de gente. Su padre, Niels Platou, no solo fue pastor, sino también un conocido autor y actor que interpretó a un cazador de focas en la película “Qivitoq” de 1956, nominada al Oscar.
“Mi infancia fue muy feliz y emocionante, y supongo que ya entonces sabía que quería trabajar con las personas”, recuerda.
A punto de jubilarse el próximo año, la Rev. Platou Olsen puede recordar una vida profesional satisfactoria, sirviendo al público como maestra de escuela durante 25 años antes de finalmente seguir los pasos de su padre y escuchar el llamado de Dios para convertirse en pastora en 1999.
Después de haber trabajado inicialmente en la cercana Aasiaat, el cuarto asentamiento más grande de Groenlandia, fue empleada en la parroquia de Nuuk, la capital, en el año 2000.
“Con el tiempo, llegué al lugar correcto en mi vida, y tengo la suerte de tener un trabajo en el que trabajo con personas en lugar de estar sentada en una oficina todo el día, además de tener el privilegio de hacerlo en mi hermoso país de origen”, concluye.
Con una población de casi 6000 habitantes, Ilulissat es el tercer asentamiento más grande de Groenlandia. Fotografía: Claus Grue/CMI
Sus raíces en Groenlandia son profundas y realmente ama la isla. Antes de que se le pidiera que dirigiera la Diócesis del Norte en 2013, ella y su simpático marido Jakob, que es un pescador de arrastre retirado, vivieron en Dinamarca durante un corto tiempo.
“Es un tipo de vida completamente diferente y extrañamos la naturaleza, la comida y la gente de Groenlandia. Aquí, la gente sonríe más y todos se conocen. En Dinamarca, a menudo ni siquiera conoces a tu vecino”, explica la Rev. Platou Olsen.
Como muchos groenlandeses, fue enviada a Dinamarca para ir a la escuela cuando era adolescente. Pasó tres meses allí echando de menos su casa la mayor parte del tiempo.
Su prioridad ahora es allanar el camino para su sucesor viajando por su vasta diócesis para escuchar lo que la gente desea y espera de la Iglesia de Groenlandia.
Después de eso, ella y su marido probablemente se instalarán en Nuuk, donde espera seguir enseñando a catequistas y estudiantes de teología.
Después de todo, trabajar con las personas es lo que le da alegría y energía.
*Claus Grue es consultor del Consejo Mundial de Iglesias en materia de comunicación.
“Una nueva serie de artículos presenta la vida de las iglesias de Groenlandia y los desafíos climáticos” (en inglés)- comunicado de prensa del CMI del 24 de mayo de 2019
“Una vibrante vida eclesial en los alrededores del Ártico” (en inglés)-comunicado de prensa del CMI 5 de agosto de 2019
“Un humilde servidor en el rebaño de Dios” (en inglés) - comunicado de prensa del CMI del 10 de julio de 2019
“Un hombre preocupado, pero esperanzado” (en inglés)- comunicado de prensa del CMI del 26 de junio de 2019
“No hay piezas de repuesto para las ballenas” (en inglés) - comunicado de prensa del CMI del 13 de junio de 2019
“Tratar los traumas y sanar las heridas” - comunicado de prensa del CMI 4 de junio de 2019