Destellos de paz para la península de Corea y por un mundo libre de armas nucleares
En una campaña mundial, el Consejo Mundial de Iglesias invita a las personas del mundo entero a hacer brillar “una luz de la paz” para la península de Corea y por un mundo libre de armas nucleares.
El primer domingo de Adviento, el 3 de diciembre, el CMI invita a la comunidad cristiana mundial a expresar su solidaridad con el pueblo coreano y a apoyar los esfuerzos para mitigar las tensiones y fomentar la esperanza.
El segundo domingo de Adviento, el 10 de diciembre, uno de los asociados del CMI, la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares, recibirá el Premio Nobel de la Paz en una ceremonia de entrega de galardones que tendrá lugar en Oslo (Noruega).
Mediante el gesto de encender velas durante las oraciones y los cultos dos domingos seguidos, personas de diferentes naciones y tradiciones religiosas pueden unirse y amplificar las voces de la paz.
En el marco de esta campaña, el CMI publicará oraciones especiales, fotografías en las redes sociales, comunicados de prensa y reportajes en vídeo.
Oraciones
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¡Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz! Esta fue nuestra plegaria en Busan (Corea) hace 4 años, y sigue siendo nuestra plegaria hoy, cuando nos llegan las noticias de amenazas de guerra en la península de Corea.
¡Dios de luz, condúcenos a la justicia y la paz! Esta es nuestra oración al dar comienzo este tiempo de Adviento, expresándole nuestra esperanza a la luz del mundo que ha venido a nosotros en Jesucristo, el Príncipe de la paz.
¡Dios de esperanza, condúcenos a la justicia y la paz! Esta es nuestra oración ante la realidad de las injusticias y de los conflictos sin resolver que se extienden y se intensifican, llegando a adquirir dimensiones descomunales; cuando vemos cómo el horizonte se llena de preocupaciones para el futuro de la población de Corea.
Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, dador de vida, salvador y consolador, concédele la paz al pueblo de Corea y a todos los pueblos del mundo.
Señor, permite que nuestra luz brille dondequiera que estemos, para que podamos compartir la vida y la esperanza que nos has dado.
Señor, en tu misericordia, escucha nuestras oraciones.
Amén
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Dios de gloria y misericordia, volvemos nuestros rostros y nuestros corazones hacia ti con gratitud por tu profundo amor por tu Creación. Te damos gracias por tu generosidad en los momentos de luz y por tu fidelidad en los momentos de oscuridad.
Elevamos nuestras plegarias en nombre de nuestros hermanos y hermanas de la península de Corea. Seguimos orando por que llegue el día en el que las personas vuelvan a encontrarse y puedan vivir en paz, desde la montaña más recóndita en el norte hasta la montaña más recóndita en el sur.
Fluyen las amenazas, y se cierne la amenaza nuclear, pero confiamos en tu entrega inquebrantable a todos nosotros. Tú eres nuestro refugio y nuestra fuerza. Oramos por que reinen el amor y la paz, y la vida en abundancia para todos tus hijos. Amén.