Iglesias históricas de paz y iglesias moravas
En 2013, las iglesias moravas y las iglesias históricas de paz, que incluyen las iglesias menonitas, las iglesias de los Hermanos, y los Amigos (Cuáqueros), tomaron la decisión de estar representada como una sola familia confesional en los órganos rectores del CMI, y de juntarse así en las reuniones confesionales de los acontecimientos del CMI.
La Unitas Fratrum, o Iglesia Morava, es una rama de la iglesia cristiana cuya existencia independiente comenzó en Bohemia (Europa Central) en el año 1457. Nació del gran avivamiento de la fe de finales de la Edad Media que surgió del renacer nacional de la religión en Bohemia, sobre el que tuvo gran influencia la obra de Wycliffe y del que John Hus fue el principal líder. Dentro del movimiento, Petr Chelčický representaba las tradiciones del puritanismo oriental y la ausencia de control oficial en cuestiones de religión. La Unitas Fratrum ("comunidad -o comunión- de hermanos" en latín) fue fundada, en medio de estas influencias, bajo el liderazgo de Gregorio el Patriarca con un ideal de fe con tres aspectos: comunión, libertad y un marcado énfasis en la vida práctica cristiana más que en el pensamiento doctrinal o la tradición eclesiástica. El número de fieles creció rápidamente. La<Unitas Fratrum intentó mantener un contacto vivo con la iglesia primitiva. Obtuvo de los valdenses (véase la descripción de la Iglesia Valdense) las tradicionales órdenes sagradas del ministerio, incluido el episcopado, y de este modo se convirtió en un organismo eclesiástico independiente.
En el período turbulento de la reacción contra la Reforma, tiempos de persecución alternaron con tiempos de relativa calma, hasta que al final en 1620 laUnitas Fratrum y otros organismos protestantes fueron totalmente suprimidos. En Bohemia y la vecina Moravia sobrevivió una "semilla oculta", que se revelaría cien años más tarde en la Iglesia Renovada. Entre 1722 y 1727, algunas familias de Moravia que habían mantenido las tradiciones de la antigua Unitas Fratrum encontraron refugio en Sajonia (Alemania), en el estado del conde Zinzendorf, Nicolaus Ludwig. Otras personas de opiniones muy divergentes también encontraron allí un lugar de libertad religiosa, aunque sus diferencias amenazaron con convertirlo en escenario de conflictos hasta que una emanación del Espíritu Santo el 13 de agosto de 1727 les aportó una profunda y decisiva experiencia de unidad. De esta experiencia de unidad consciente surgió un afán de proyección misionera sorprendente, que comenzó entre los esclavos de la isla de Santo Tomás en las Indias Occidentales en 1732. En solo una década, los esfuerzos misioneros se extendieron a Groenlandia, Suriname, Sudáfrica, África Occidental, Argelia, la Rusia ártica y Ceilán (Sri Lanka), y entre los africanos y la población indígena de Norteamérica.
La Iglesia Morava ha afirmado a lo largo de su historia que la comunión cristiana no admite ninguna barrera de nación o raza. La Unitas Fratrum valora su unidad como un preciado tesoro que el Señor le ha confiado. Defiende la unidad de todos los seres humanos dada por la reconciliación a través de Jesucristo. Por este motivo, el movimiento ecuménico forma una parte vital de ella. Una sencilla declaración titulada "The Ground of the Unity(La razón de la unidad)" es la declaración doctrinal básica de la iglesia; "The Covenant for Christian Living (El pacto por la vida cristiana)", cuyo origen se remonta a la renovación de 1732, expone principios rectores para la vida y el testimonio comunes.
Las iglesias menonitas y afines, conocidas como "iglesias pacíficas históricas", tienen su origen en el movimiento anabaptista no violento que surgió en Europa como una expresión radical de la Reforma del siglo XVI. Los menonitas toman su nombre del reformador neerlandés y primer líder influyente Menno Simons (c 1496-1561). La migración, debida inicialmente a la persecución, y la misión extendieron el movimiento por todo el mundo. Hoy en día, más del 70% de los cristianos menonitas vive en África, Asia y América Latina.
Jesucristo como Señor, Salvador y modelo de vida ocupa el centro de la fe anabaptista-menonita. La iglesia como cuerpo de Cristo continúa la vida y el ministerio de Cristo en el mundo. Al menos tres características dan forma a la iglesia en la perspectiva anabaptista-menonita. La iglesia es una comunidad de creyentes que busca seguir en la vida diaria las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo. Los creyentes que confiesan por voluntad propia el señorío de Cristo reciben el bautismo como señal del nuevo pacto y de su compromiso con una vida de discipulado. Por el bautismo, los creyentes pasan a ser miembros de la iglesia y se hacen responsables de su bienestar. La iglesia, que es independiente del estado, desarrolla su labor de acuerdo con la autoridad de la Palabra de Dios que se expone en la Biblia. El texto se entiende de mejor manera en el contexto de la comunidad de discípulos inspirada por el Espíritu. La ética social y personal en la vida de discipulado es una parte central del Evangelio. Los seguidores de Jesucristo viven en el mundo para servir a la humanidad a través de la acción y la proclamación. El amor al enemigo y el rechazo a la violencia en la lucha por la justicia se entienden como imperativos del Nuevo Testamento. Con frecuencia, se pone énfasis en el rechazo a la búsqueda de la riqueza y en las acciones a favor del reparto económico. Las iglesias menonitas y afines reivindican la unidad con todos los creyentes que confiesan a Jesucristo y buscan vivir el camino del discipulado. Muchas de ellas cooperan con otras iglesias cristianas, especialmente en el establecimiento de la paz, el servicio y la misión.
Los cuáqueros -también llamados amigos o Sociedad Religiosa de los Amigos-, cuyos orígenes se remontan a 1652 en el noroeste de Inglaterra, consideran a George Fox, un predicador itinerante, su fundador. Junto con otros "buscadores", George Fox introdujo en los tiempos tumultuosos de Gran Bretaña el mensaje de la experiencia personal directa de Dios, informada por las Escrituras dentro de un marco inconfundiblemente cristiano. Su teología estaba relacionada con la de los grupos anabaptistas de la época, aunque los cuáqueros mantuvieron su carácter distintivo. Esta experiencia personal directa del Espíritu Santo ha sido descrita como "la luz interna" o "la divinidad en todas las personas". Siguiendo las enseñanzas de Jesús, el sentido del reino en el presente y la aversión a matar "lo divino" de cada uno, los cuáqueros rechazaron el servicio militar y en general son pacifistas. Son una de las "iglesias pacíficas" históricas, junto con los menonitas y los hermanos. En representación de los cuáqueros de todo el mundo, dos organizaciones cuáqueras recibieron el Premio Nobel de la Paz en 1947, en reconocimiento a la labor internacional de socorro de los cuáqueros.
Animados por un sólido fervor evangélico, los pastores cuáqueros (no remunerados) divulgaron el mensaje cuáquero por toda Gran Bretaña e Irlanda, el norte de Europa, las colonias británicas de las Américas y el Caribe. En 1682, William Penn recibió como concesión real una colonia, la actual Pensilvania, y fundó su capital, Filadelfia, que sigue siendo el centro del cuaquerismo liberal americano. A medida que los cuáqueros de las colonias aumentaron en número y se mudaron hacia el oeste con la expansión de los Estados Unidos, su fe y sus prácticas se vieron afectadas por distintas influencias. En la actualidad, existen cuatro tendencias del cuaquerismo: los evangélicos, los pastoreados, los conservadores y los liberales no programados cuyo culto consiste en una espera silenciosa. Las raíces de todas las tendencias se remontan a George Fox y los primeros cuáqueros.
A comienzos de la primera década del siglo XX, los cuáqueros de América y Europa enviaron misioneros a América Latina, África y la India. Hoy en día, el mayor bloque de cuáqueros se encuentra en el este de África; son amigos pastoreados. Se pueden encontrar amigos evangélicos en África Central, la India, el Perú, Bolivia, Taiwán y Centroamérica. Los amigos liberales no programados predominan en Europa, África Central y del Sur, y en el noreste de los Estados Unidos. La organización dentro de la Sociedad Religiosa de los Amigos -la designación denominacional habitual- comienza con la reunión o iglesia mensual local, que se encuadra dentro de una reunión más amplia llamada Reunión Anual. Existen organizaciones como la Internacional de Amigos Evangélicos, la Convención Unida de Amigos (tradición pastoreada) y la Conferencia General de Amigos (tradición liberal no programada) que reagrupan a varias reuniones anuales.