Intercesiones
Damos gracias por
- El testimonio fiel de los cristianos en estos lugares a través de los siglos, en especial en momentos de ocupación y persecución.
- La resolución pacífica de los conflictos.
- Las contribuciones culturales y recursos únicos de estas tierras.
- La libertad religiosa y cooperación ecuménica que está ocurriendo.
Oramos por:
- Un mayor respeto por el pueblo romaní y otras poblaciones marginalizadas y sin medios de subsistencia en estas tierras.
- La acogida y participación de las personas de otros credos y etnias.
- El crecimiento espiritual y de la salud física.
- Gobernanza democrática que fomente la justicia de Dios y la paz para todos.
Oraciones
Oh dulce Cristo,
acerca a ti a los que somos débiles,
ya que no podemos seguirte si no nos atraes a ti.
Danos un espíritu valiente y lleno de recursos y,
si el cuerpo es débil, que tu gracias preceda, medie y siga,
ya que sin ti no podemos hacer nada y somos nada.
Danos espíritus resueltos, corazones valientes, fe verdadera, firme esperanza y amor prefecto, para que podamos pacientemente y alegremente dar nuestras vidas por ti.
(Oración por Jan Hus)
Por una paz eternal
La paz será quien te gobierne, y la justicia será quien te dirija.
Nunca más volverá a escucharse que en tu tierra hay violencia,
ni que en tu territorio hay destrucción ni quebrantamiento.
Isaías 60:17-1
Creador de la naturaleza y del hombre, de la verdad y de la belleza, elevo una oración:
Escucha mi voz, porque es la voz de las víctimas de todas las guerras y de la violencia entre los individuos y entre las naciones.
Escucha mi voz, porque es la voz de todos los niños que sufren y sufrirán cada vez que los pueblos pongan su confianza en las armas y en la guerra.
Escucha mi voz cuando te pido que infundas en los corazones de todos los seres humanos la sabiduría de la paz, la fuerza de la justicia y la alegría de la amistad.
Escucha mi voz, porque hablo en nombre de las multitudes de cada país y de cada periodo de la historia que no quieren la guerra y están dispuestos a recorrer el camino de la paz.
Escucha mi voz y danos la capacidad y la fuerza para poder responder al odio con amor, a la injusticia con una a dedicación a la justicia, a la necesidad con nuestra propia implicación, a la guerra con la paz.
Oh Dios, escucha mi voz y concede al mundo para siempre tu paz.
(Papa Juan Pablo II en “L’Osservatore Romano,” 3-9-81,14)
Intercesiones
El Apóstol Pablo dirigió esta carta a los corintios para darles ánimo. Podemos tener la misma esperanza que la Iglesia de Corinto cuando rezamos por la Iglesia de Dios y por todos los hombres.
Dios santo y eterno, te damos gracias por llamarnos a cada uno de nosotros por nuestro nombre. En ti vivimos, actuamos y crecemos. Pedimos por las Iglesias y por los cristianos del mundo entero. Recuérdanos nuestro fundamento común en Cristo. Haz que siempre vivamos en la fe y en el amor hasta que alcancemos la unidad que tú quieres.
Reúnenos a todos en Cristo.
Haz de nosotros tu morada.
Derrama sobre nosotros tu Espíritu para que conozcamos a Jesucristo y podamos dar testimonio de nuestra vida y de nuestra unidad en él. Que podamos conocer su espíritu para proclamar la sabiduría de Dios en todas partes del mundo. Afírmanos en nuestra acción a favor de la paz y de la reconciliación en la Iglesia y en la sociedad.
Reúnenos a todos en Cristo.
Haz de nosotros tu morada.
Pedimos por las Iglesias de Eslovaquia y todas las que atraviesan un periodo de cambio, que implica crecimiento o dificultades, reconciliación o conflictos. Ilumínalas y afianza su testimonio y su servicio.
Reúnenos a todos en Cristo.
Haz de nosotros tu morada.
Pedimos por los que están sin amparo, sin país, sin alimentación, sin trabajo, sin medicinas, sin paz. Que podamos reconocer y servir a Cristo a través de los que sufren y están en necesidad.
Reúnenos a todos en Cristo.
Haz de nosotros tu morada.
Te damos gracias por todos los dones de la creación. Enséñanos a compartir con los demás nuestro tiempo, nuestra energía, nuestros recursos, nuestro amor. Haznos más sensibles y atentos a las heridas de la familia humana y de la creación. Que podamos ser fieles a nuestra misión y vivir largamente en la tierra. Que podamos dar a Cristo nuestra vida entera, ya que le pertenecemos y en él se unen todas las cosas de la tierra y del cielo.
Amén.
(Semana de oración por la unidad de los cristianos 2005, Eslovaquia)