del secretario general del Consejo Mundial de Iglesias

"Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad;
y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre."
                                                                                 (Juan 1:14)

"Gloria" es una palabra, un grito, una canción que empleamos para expresar nuestro asombro ante la majestad de Dios. Cuando Jesús nació, los ángeles exclamaron "Gloria a Dios en las alturas (Lucas 2:14) y, según el testimonio de la vida de Cristo en la tierra, "vimos su gloria … lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14). 

Al celebrar Navidad, afirmamos la venida de Jesús como el punto de encuentro entre el cielo y la tierra, el medio de restaurar nuestras relaciones rotas con Dios, venciendo nuestras hostilidades unos para con otros y reanimando nuestra determinación de buscar la paz en este mundo. Como explica el apóstol Pablo: "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación" (2 Corintios 5:19).  

La reconciliación es un mensaje glorioso. Ofrece la promesa de que es posible reparar algunas injusticias del pasado, que la verdad podrá conocerse en todos los casos, que se buscará el perdón y que viejos enemigos del pasado podrán vivir juntos en el respeto mutuo. Es un mensaje de misericordia y de esperanza que refleja el gran don de amor de Dios en Jesucristo. 

Las Naciones Unidas declararon el año 2009 como el Año Internacional de la Reconciliación, haciendo un llamamiento a la sociedad humana que ha estado dividida por los conflictos para que inicie procesos de reconciliación que permitan establecer una paz firme y duradera. Las iglesias cristianas en todas las partes del mundo y el Consejo Mundial de Iglesias apoyan este esfuerzo mediante iniciativas y ministerios en el marco del Decenio para Superar la Violencia: las iglesias en busca de reconciliación y de paz (2001-2010). 

Como cristianos, en el poder del Espíritu Santo, nos comprometemos con este importante objetivo. Damos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo por esta oportunidad de esforzarnos por la reconciliación con hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo, en el espíritu de la bendición de los ángeles: "¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!" 

Pastor Dr. Samuel Kobia
Secretario General
Consejo Mundial de Iglesias 

Un archivo de sonido (mp3) con la lectura (en inglés) de este mensaje por el pastor Dr. Samuel Kobia está disponible para descarga (1.6 MB)