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Marcha celebrada en abril de 2015 en Bogotá por el "Día de las Víctimas". Las iglesias y organizaciones ecuménicas colombianas lanzaron la red de promoción DIPaz para apoyar el proceso de paz en Colombia. © CMI/Marcelo Schneider

Marcha celebrada en abril de 2015 en Bogotá por el "Día de las Víctimas". Las iglesias y organizaciones ecuménicas colombianas lanzaron la red de promoción DIPaz para apoyar el proceso de paz en Colombia. © CMI/Marcelo Schneider

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El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha acogido con satisfacción el histórico anuncio hecho por el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sobre el acuerdo marco alcanzado para poner fin a 50 años de conflicto interno en el país y abordar asuntos en materia de justicia y reparación a las víctimas.

Este importante acuerdo, que se cerrará y firmará en un plazo de 6 meses, es una señal de esperanza no solo para los colombianos, sino también para el resto del mundo. “Damos la enhorabuena a ambos líderes por su voluntad manifiesta de abrir el camino para lograr un acuerdo de paz definitivo”, dijo el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias, en un comunicado emitido el 24 de septiembre.

“Alabamos el acuerdo de las partes para abordar todo lo relacionado con las violaciones de los derechos humanos que han tenido lugar durante el conflicto. Han acordado establecer una comisión de la verdad que proporcione reparación a las víctimas de la guerra y conceda la amnistía a los combatientes que no hayan cometido crímenes de guerra”, añadió Tveit.

Tveit, quien se reunió con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, durante su visita a Colombia en septiembre, reiteró el deseo del movimiento ecuménico de que el país alcanzara la paz: “las iglesias están decididas a contribuir al proceso de consolidación de la paz”, dijo.

“El anuncio de ayer es una buena noticia para todos los que han estado trabajando por la paz. El acuerdo afirma la importancia de aplicar un modelo de justicia que permita la construcción de una paz duradera que dé prioridad a los derechos de las víctimas”, dijo la Rev. Gloria Ulloa, presidenta del CMI para América Latina y el Caribe.

Colombia ha estado muchos decenios bajo la sombra de la violencia. Según la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas establecida por el gobierno de Colombia, unas 220 000 personas han sido asesinadas.

En un comunicado conjunto desde La Habana, el presidente, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, declararon que ambas partes habían acordado una estrategia en materia de justicia de transición para los delitos relacionados con el conflicto: secuestro, asesinato, desplazamiento forzoso, desaparición y tortura.

Se espera que el acuerdo entre las dos partes establezca tribunales especiales, que contarán con jueces internacionales, para encausar y juzgar los delitos relacionados con la violencia perpetrada tanto por los miembros de las FARC como por los agentes del Estado, así como por los no combatientes.

Declaración del Secretario General del CMI sobre el acuerdo entre el gobierno colombiano y las FARC

El CMI afirma el importante papel de las iglesias en el proceso de paz colombiano (Comunicado de prensa del CMI del 9 de septiembre de 2015, en inglés)

La peregrinación de justicia y paz del CMI