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Ante la cuestión inquietante del desempleo entre la juventud egipcia, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), facilitó un diálogo con el tema de "la juventud egipcia y el derecho a un trabajo decente" en El Cairo. El evento, celebrado el 15 de mayo, reunió a participantes tanto de los contextos cristianos como musulmanes.
Se centró en el impacto del desempleo entre la juventud egipcia y en cómo el CMI y la OIT pueden apoyar a las organizaciones asociadas en Egipto para seguir promoviendo el trabajo decente para la juventud, concretamente mediante iniciativas para la creación de empleo, garantizar los derechos en el trabajo y promover la protección y el diálogo sociales.
Según un reciente informe de la Agencia Central de Movilización Pública y Estadísticas, la juventud constituye más de un 70% de los desempleados del país, y la tasa nacional de desempleo era de más del 13% a finales de 2013. Dicho informe también refleja que 84% de los desempleados, incluidos los jóvenes, poseían diplomas de enseñanza secundaria y superior.
En el evento, liderado por el obispo Yohannes, de la Iglesia Copta Ortodoxa de Egipto, y el Dr. Ali Gomaa, el antiguo gran mufti de Egipto, se compartieron reflexiones sobre el tema de los representantes de organizaciones de desarrollo, organizaciones no gubernamentales, periodistas y académicos musulmanes y cristianos.
Reflexionando sobre el papel de las comunidades de fe en la promoción de un trabajo decente, Pierre Martinot-Lagarde, el consejero especial para asuntos socio-religiosos de la OIT, afirmó: «la OIT comparte los valores y la ética de la dignidad humana con las comunidades de fe».
«Al trabajar juntos sobre la cuestión del trabajo decente, también estamos avanzando en la cuestión de la paz, puesto que creemos que no hay paz sin justicia social», declaró, Pierre Martinot-Lagarde.
El Dr. Nigussu Legesse, responsable del programa del CMI para la defensa de los derechos humanos en África, reafirmó este punto de vista, enfatizando que la promoción del diálogo social puede revestir un papel significativo en el aumento de la productividad, el desarrollo y el progreso económico de un país.
El Dr. Legesse añadió que esta reunión en el Cairo es especialmente importante en el contexto de la continuación de los esfuerzos del CMI por promover el trabajo decente y la justicia social, partes integrantes de la "peregrinación de justicia y paz", un llamamiento de la 10ª Asamblea del CMI, celebrada a finales de 2013.
En su discurso durante el evento, el obispo Yohannes destacó la importancia de la colaboración interreligiosa a la hora de abordar las cuestiones relacionadas con la juventud egipcia y el trabajo decente. Por medio de una referencia bíblica del salmo 133, «¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía!», el obispo Yohannes afirmó que es «ciertamente un paso adelante que musulmanes y cristianos se reúnan desde el amor y la auténtica colaboración para trabajar por la juventud egipcia».
El Dr. Gomaa se hizo eco de estas reflexiones afirmando que «nuestro objetivo común es el desarrollo humano». Hizo referencia a los versículos de la sura al-Maidah en el Corán que, según sus palabras, «nos enseñan a cooperar con rectitud y piedad». También afirmó que esta reunión era un «reflejo de la voluntad de Dios».
Dos organizaciones asociadas del CMI y de la OIT, el Obispado de servicios públicos, ecuménicos y sociales (BLESS), un departamento de la Iglesia Copta Ortodoxa de Egipto dedicado al desarrollo, y Misr El Kheir, una organización egipcia que trabaja para el desarrollo humano, , acordaron celebrar nuevas reuniones para discutir sobre la juventud egipcia y el trabajo decente. Como seguimiento de estas reuniones, se desarrollarán proyectos con el propósito de crear oportunidades de trabajo para la juventud en Egipto.
Durante el evento se compartieron también mensajes del papa Tawadros, patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa, y del Dr. Ahmad Muhammad Al Tayyeb, gran jeque de Al Azhar.
OIT: Programa de trabajo decente
Los jóvenes y el movimiento ecuménico
