Image
© Ivars Kupcis/CMI

© Ivars Kupcis/CMI

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha instalado esta semana en su sede en Ginebra un tapiz tradicional palestino que ha recibido como donación.

La presentación del tapiz, que adorna la entrada a las oficinas de la Secretaría General del CMI, tuvo lugar como evento paralelo de la reunión anual del Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI), en una breve ceremonia a la que asistieron los participantes en la reunión, el personal del Consejo y los amigos ecuménicos del Centro Ecuménico.

La pieza fue donada en septiembre de 2016 en agradecimiento por los programas del CMI en Palestina e Israel, que fomentan el entendimiento y se esfuerzan por llevar la paz con justicia a los pueblos de Palestina e Israel.

Junto con el tapiz, el Consejo recibió un volumen a todo color, titulado El traje tradicional palestino: orígenes y evolución, de Hanan Karaman Munayyer, que presenta un registro completo del bordado tradicional como parte del patrimonio cultural de Palestina, e incluye una fotografía y una descripción de la obra de arte donada.

Hecho a mano por refugiadas palestinas en Beirut (Líbano), durante un período de dos años, el moderno tapiz incorpora técnicas de bordado tradicionales palestinas.

El Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, Secretario General del CMI, presentó la obra con las siguientes palabras: “Este es un ejemplo maravilloso y especialmente valioso de un bordado palestino, que vemos como algo muy hermoso y que despierta nuestra simpatía. Nos recuerda que, incluso cuando son víctimas de la injusticia, las personas son capaces de crear belleza. Nos muestra lo que nos conecta en nuestra labor con los refugiados palestinos y con el pueblo palestino, y nos anima a seguir adelante en nuestro trabajo”.

El obispo Munib Yunan, de la Iglesia Evangélica Luterana de Jordania y de la Tierra Santa, que fue invitado a compartir sus reflexiones con los asistentes, declaró: “La ocupación intenta privarnos de nuestra cultura, pero este bordado nos da esperanza recordándonos que aún pertenecemos a esa tierra, y que esa tierra aún nos pertenece a nosotros; y eso nos empuja a trabajar por la paz y la justicia en Palestina e Israel, nos ayuda a mantenernos firmes en nuestra lucha por la dignidad de nuestra humanidad”.

El arte del bordado palestino y de los motivos que presentan se remontan a la antigüedad y han sido transmitidos de generación en generación por las mujeres palestinas. El bordado sigue siendo una parte importante del patrimonio cultural y de la identidad de Palestina.

Esta bella obra de arte da testimonio de la superviviencia cultural de Palestina y del firme y duradero compromiso del CMI, de sus asociados y de la comunidad ecuménica en Palestina.

Iglesias miembros del CMI en Oriente Medio