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Manifestación de activistas eclesiales por “la desinversión en los combustibles fósiles” durante la COP22, en 2016. © Ryan Rodrick Beiler/FLM

Manifestación de activistas eclesiales por “la desinversión en los combustibles fósiles” durante la COP22, en 2016. © Ryan Rodrick Beiler/FLM

La justicia climática no es una política que cualquier presidente pueda desechar sin más, es una decisión moral que afecta al bienestar de millones de personas y de las generaciones futuras de todo el mundo.

Miles de personas están transmitiendo este mensaje a través de declaraciones, mensajes y tuits en las redes sociales, e incluso en conversaciones de lo más serias con sus vecinos. Muchas de ellas son miembros de la comunidad del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), grupos humanitarios, iglesias y comunidades, y están trasladando un mensaje de justicia claro –y unificado– después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara el 2 de junio que su país abandonaría el Acuerdo de París sobre cambio climático.

Tras la consternación inicial, ha surgido una determinación reforzada de avanzar hacia la esperanza, la acción y el cambio.

La decisión de Trump retira a los Estados Unidos de la coalición mundial que tiene la capacidad de generar los cambios significativos necesarios para hacer frente a la amenaza del cambio climático, declaró Harriett Jane Olson, directora ejecutiva de Mujeres Metodistas Unidas (EE. UU.). “Ahora es aun más urgente que trabajemos en nuestras comunidades y en el sector empresarial para generar los cambios necesarios” dijo.

La decisión del presidente Trump es descorazonadora y empeorará el estado del planeta, ya agravado por el consumo excesivo y el uso indebido de los recursos, dijo el obispo Bruce Ough, presidente del Consejo de Obispos de la Iglesia Metodista Unida (EE. UU.). “La decisión aísla aún más a los Estados Unidos de las conversaciones y negociaciones críticas y esenciales sobre el clima y el uso de la energía”.

Pero, aunque la postura de Trump es decepcionante y supone un revés para la labor de los grupos interreligiosos y ecuménicos en materia de medio ambiente, no conseguirá desalentar a la gente, declaró el Rev. Dr. J. Herbert Nelson II, secretario de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.). “Seguiremos tomando medidas para construir un mundo ambientalmente seguro, crear empleos y una nueva economía que procure un aire puro, para seguir avanzando sobre la base de una nación y un mundo más seguros”.

De hecho, este momento es una oportunidad para el colectivo de la iglesia, tal y como señaló una declaración ecuménica de la Diócesis Episcopal del Oeste de Massachusetts (EE. UU.) y de la Conferencia de Massachusetts de la Iglesia Unida de Cristo. “A pesar de que lamentamos esta decisión suicida, nos alegra ver que muchas personas e instituciones están tomando iniciativas creativas a nivel local, regional y nacional para construir un futuro más justo y más sostenible”, decía la declaración. “Este momento histórico brinda a las comunidades cristianas una gran oportunidad para dar testimonio de la sacralidad de la Creación de Dios y de la acuciante necesidad de preservarla”.

El cuidado de la Creación de Dios ha sido un tema recurrente en muchas declaraciones realizadas por iglesias y organizaciones. “Sabemos que cuidar de la Creación de Dios...es bueno para el medio ambiente, pero también para la salud y el bienestar de nuestros pueblos”, declaró el Rev. Michael B. Curry, obispo primado de la Iglesia Episcopal (EE. UU.); “a pesar de las dificultades y los contratiempos, la lucha continúa. Este es el mundo de Dios, y todos somos sus hijos”.

En el Reino Unido, el Equipo Mixto sobre Asuntos Públicos (JPIT, por sus siglas en inglés) –un foro de la Unión Bautista, la Iglesia Metodista, la Iglesia Reformada Unida y la Iglesia de Escocia– recordó a la gente que el Acuerdo de París surgió como resultado de la acción de los ciudadanos y de los gobiernos de todo el mundo. “En diciembre de 2015, la responsable del Cambio Climático de las Naciones Unidas, Christiana Figueres, transmitió emocionada la petición firmada por casi 1,8 millones de personas de todas las religiones del mundo”, dice la declaración del JPIT. “El Acuerdo de París constituye una expresión de las reivindicaciones de personas de todo el mundo para proteger el valioso patrimonio común de la humanidad del capitalismo salvaje”.

El obispo a cargo de asuntos medioambientales en la Iglesia de Inglaterra, el Rev. Nicholas Holtam, obispo de Salisbury, manifestó su rechazo ante la decisión de Trump:

“La verdad es que estoy muy preocupado por la decisión del presidente Trump de revocar el compromiso de los Estados Unidos con el Acuerdo de París, que era un compromiso mundial alcanzado de buena fe”, afirmó. “El cambio climático es uno de los grandes retos de nuestro tiempo. El cuidado de nuestro hogar común presenta una dimensión moral y espiritual que cuenta con un amplio consenso creado entre las comunidades religiosas. Los argumentos científicos, económicos y políticos apuntan en la misma dirección”.

El Rev. Richard Frazer, coordinador de la Junta de Iglesia y Sociedad de la Iglesia de Escocia, hizo hincapié en la necesidad de apoyar a los estadounidenses en este momento.

“Sabemos que muchos en EE. UU., incluidas las iglesias, no comparten las opiniones del presidente Trump. Trabajaremos para darles nuestro apoyo y nos uniremos a las iglesias de todo el mundo intensificando nuestro compromiso de responder al cambio climático en Escocia”.

Los mensajes de solidaridad llegaron de regiones tan remotas como el Pacífico, una región que es especialmente vulnerable al cambio climático.

“El Acuerdo de París supuso el reconocimiento mundial de la interdependencia entre los seres humanos y la biosfera, y las iglesias están tomando medidas para llevar a cabo la transición. Faltar a este acuerdo es ir en contra del cuidado de la Tierra, nuestro hogar común. La Red de Iglesias para el Clima se ha unido a otras redes de Aotearoa –o Nueva Zelandia–, y a asociados eclesiales del Pacífico y del resto del mundo, con objeto de promover políticas y medidas para asumir nuestras responsabilidades climáticas”, dijo el Rev. Dr. Betsan Martin, coordinador de la Red de Iglesias para el Clima en Nueva Zelandia, que cuenta con miembros metodistas, anglicanos, católicos, cuáqueros, presbiterianos y del Ejército de Salvación.

Los líderes religiosos también usaron Twitter para ampliar el llamamiento a seguir luchando por la justicia ambiental, pase lo que pase. El cardenal Blase Cupich, de la Archidiócesis de Chicago (EE. UU.), publicó el siguiente tuit el 2 de junio: “La desacertada decisión del presidente de retirarse del Acuerdo de París no reduce nuestra responsabilidad de cuidar el planeta”.

Y siguió diciendo: “La gestión del medio ambiente es un asunto mundial que requiere una actitud de cooperación, no el individualismo nacional que tuvimos la desgracia de presenciar ayer”.

Con cada mensaje publicado se aprecia que la peregrinación mundial de justicia y paz está teniendo lugar en todos los niveles, desde el liderazgo de las iglesias hasta la sociedad en general, señaló Athena Peralta, secretaria ejecutiva del Programa de Justicia Económica y Ecológica del CMI.

“Aunque consideramos que la decisión de Trump perjudica a millones de personas, al poner en peligro sus tierras, sus suministros de alimentos y agua, y sus forma de vida; vemos también una extraordinaria inyección de determinación y esperanza que acabará con la injusticia y emprenderá el camino hacia un mundo en el que habrá suficientes recursos para todos”, afirmó la señora Peralta. “Animo a todas las personas que han estado manifestándose en relación con este asunto a seguir hablando del tema, y a que se planteen de qué maneras podemos apoyarnos los unos a los otros en comunidades vivificadoras, sostenibles y resilientes al cambio climático”.

“Las Mujeres Metodistas Unidas se oponen a la retirada de los Estados Unidos de América del Acuerdo de París sobre el cambio climático” (comunicado de prensa de Mujeres Metodistas Unidas, publicado el 1 de junio de 2017) (en inglés)

“Los obispos de la Iglesia Metodista Unida piden a Trump que reconsidere su decisión de retirar a los Estados Unidos del acuerdo climático” (comunicado de prensa del Concilio de Obispos de la Iglesia Metodista Unida, publicado el 2 de junio de 2017) (en inglés)

“Los líderes interreligiosos se pronuncian sobre la decisión de la Casa Blanca de retirarse del Acuerdo de París” (Servicio informativo de la Iglesia Presbiteriana de EE. UU., artículo publicado el 2 de junio de 2017) (en inglés)

“El obispo primado responde a la decisión de Trump de sacar a los Estados Unidos del acuerdo climático mundial” (Servicio Informativo Episcopal, artículo publicado el 1 de junio de 2017) (en inglés)

“Las consecuencias de la retirada de Donald Trump del Acuerdo de París sobre el cambio climático” (Declaración del Equipo Mixto sobre Asuntos Públicos, JPIT) (en inglés)

“Acuerdo de París sobre cambio climático: el obispo responsable de medio ambiente en la Iglesia de Inglaterra critica la decisión de Trump” (comunicado de prensa de la Iglesia de Inglaterra del 2 de junio de 2017)

“La decisión de EE. UU. de abandonar el acuerdo climático es 'profundamente lamentable'” (comunicado de prensa de la Iglesia de Escocia del 2 de junio de 2017) (en inglés)

“Los líderes de las iglesias se unen a la movilización contra el cambio climático” (comunicado de prensa de la Red de Iglesias para el Clima del 5 de junio de 2017) (en inglés)

ACT Alianza, la Federación Luterana Mundial, y el Consejo Mundial de Iglesias afirman que se debe dar prioridad a la justicia climática (comunicado de prensa del CMI del 2 de junio de 2017)