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Photo: Yusef Daher/WCC

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Musulmanes y cristianos se reunieron en la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén el 27 de julio. Los unos junto a los otros por la paz justa en Tierra Santa. Después de casi dos semanas de tensiones, violencia y asesinatos en Jerusalén. Los encuentros entre los dirigentes de iglesias y los líderes islámicos en la explanada de la mezquita fueron aclamados por la comunidad incluso en medio de las bocanadas de gas lacrimógeno y el ocasional retumbo de los explosivos. El patriarca católico emérito Michel Sabbah, que debía encabezar la delegación cristiana, envió un mensaje después de que se le negara la entrada a través de la Puerta de los Leones.

En solidaridad con los musulmanes palestinos, los dirigentes de iglesias visitaron la mezquita de Al-Aqsa después de que se retiraran todos los obstáculos colocados en torno a Haram al-Sharif tras el asesinato el 14 de julio de dos policías israelíes en una de las puertas.

La visita de los dirigentes de iglesias a la mezquita fue una iniciativa de organizaciones cristianas como Kairós Palestina y Sabeel al amparo de la Coalición Nacional de Organizaciones Cristianas de Palestina. El plan inicial era celebrar oraciones al mismo tiempo que las oraciones vespertinas que los musulmanes realizan en la calle situada por debajo de la Puerta de los Leones (de san Esteban) desde hace unos días. Luego, los dirigentes religiosos y comunitarios de Jerusalén decidieron colectivamente celebrar oraciones en la mezquita de Al-Aqsa como una manifestación conjunta del acceso libre a este lugar sagrado.

En nombre de la delegación visitante, el arzobispo Theodosios Atallah Hanna de Sebastia del Patriarcado Ortodoxo Griego de Jerusalén dio gracias a Dios “por su misericordia y a los dirigentes comunitarios y religiosos de Jerusalén por su perseverancia”, felicitándolos “por este día victorioso de resiliencia no violenta”.

En respuesta a esto, el muftí habló a las masas diciendo que “cualquier ataque a Al-Aqsa o al Santo Sepulcro se enfrentará a la unidad del pueblo de Jerusalén como uno solo”.

El patriarca Sabbah, a quien se negó la entrada, envió un mensaje que en parte decía: “Los lugares sagrados son lugares para la oración. No deben ser transformados en lugares de guerra... Las personas que oran en sus lugares sagrados no necesitan que ninguna otra persona cuide de su seguridad”.

También escribió: “Pueden ellas mismas ocuparse de su propia seguridad y orden público dentro de sus lugares sagrados”.

Sabbah continuó: “El incidente en la mezquita parece ser un hecho aislado entre musulmanes y judíos. Pero en realidad forma parte del interminable conflicto general entre israelíes y palestinos. Forma parte de la ocupación militar israelí de Jerusalén Oriental y los territorios palestinos. Por lo tanto, este incidente de las mezquitas sagradas se traduce en la necesidad urgente de poner fin a esta interminable lucha entre los dos pueblos”.

Sabbah concluyó: “Israel necesita amigos que tengan el coraje de salvarlo, de conducirlo a una paz justa permanente en Jerusalén y en la región. La paz o la guerra en Jerusalén son la paz o la guerra en el mundo”.

El Rev. Dr. Mitri Raheb, presidente del Diyar Consortium, dijo después de la oración: “Es una noche inolvidable en Al-Aqsa manifestando la fe en el lugar del imperio y la unidad entre cristianos y musulmanes como una herramienta de resistencia creativa”.

El CMI comenta el enfoque no violento basado en la fe

El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, expresó su profunda satisfacción por el énfasis en el respeto de los derechos religiosos y el compromiso más firme con un enfoque no violento basado en la fe, que surgieron en los últimos días y semanas durante la crisis de Jerusalén.

“Los problemas en Jerusalén no pueden solucionarse usando la violencia ni más opresión ni exclusión. El CMI condena todas las formas de violencia y espero realmente que la situación pueda calmarse ahora gracias a decisiones sabias para salvar vidas y para garantizar la libertad de religión y el acceso a los lugares sagrados en la ciudad de Jerusalén”, dijo Tveit.

A lo que añadió: “Lo ocurrido en los últimos días ha demostrado cuánta frustración se ha acumulado a lo largo de los meses y los años después de vivir bajo la ocupación durante más de cincuenta años, y esto debería mostrar a todos los líderes políticos lo urgente que es desplegar nuevos esfuerzos para poner fin a la ocupación y trabajar por un acuerdo de paz justa para Jerusalén y Tierra Santa”.

Tveit concluyó: “Incluso bajo la ocupación, deben salvaguardarse los derechos religiosos. Hemos visto lo peligrosa que puede ser la situación si los delicados equilibrios del histórico statu quo de Jerusalén se alteran o modifican. Como cristianos, oramos por la paz justa para Jerusalén, por la convivencia justa y pacífica de las tres religiones y los dos pueblos”.

El CMI reitera su apelación al diálogo y al libre acceso al culto en los lugares sagrados (comunicado de prensa del CMI del 22 de julio de 2017)

El CMI apoya petición de los dirigentes de iglesias de Jerusalén por acceso libre al culto en los lugares sagrados (comunicado de prensa del CMI del 20 de julio de 2017)

El CMI condena el ataque en Jerusalén (comunicado de prensa del CMI del 14 de julio de 2017, en inglés)

La solidaridad del CMI con las iglesias miembros de Oriente Medio