Bob Scott

Durante muchos años los representantes indígenas soñaron con tener su propio espacio oficial en el sistema de las Naciones Unidas, un lugar en el que los gobiernos respetarían sus aspiraciones y examinarían con ellos sus problemas en pie de igualdad. El sueño comenzó a concretarse cuando, en 1993, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos propuso que se estudiara la posibilidad de crear un "foro permanente" en el sistema de las Naciones Unidas, encargado del examen de las cuestiones indígenas.

El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas es actualmente una realidad. En mayo de 2002, tuvo lugar el primer período de sesiones del nuevo órgano en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Está integrado por 16 miembros, ocho propuestos por los grupos regionales en consulta con organizaciones indígenas, y los otros ocho, algunos de los cuales también pertenecientes a comunidades indígenas, por los gobiernos. Sin embargo, la alegría de los representantes indígenas con ocasión de su inauguración se vio empañada por las frustraciones ante la falta de claridad respecto de la forma de desempeñar su mandato y los escasos recursos asignados para sus trabajos.

Ahora existe una situación de crisis. El obispo Eugenio Poma, coordinador del Programa de los Pueblos Indígenas del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) dice: "Pienso que hemos llegado a un punto decisivo, el de saber el grado de seriedad con que se examinan los problemas de los indígenas en las Naciones Unidas. Algunos gobiernos, argumentando la falta de liquidez de esta Organización, han insistido en que el Foro Permanente debería sustituir al Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas (GTPI), que es otro foro en las Naciones Unidas en el que se han hecho oír las voces de los indígenas durante más de 20 años".

El GTPI se reúne anualmente para examinar la evolución de la situación de las comunidades indígenas y someter a la aprobación de los Gobiernos nuevas normas o disposiciones que permitan mejorar esa situación. El ejercicio más importante de "elaboración de normas" ha sido, sin lugar a dudas, la Declaración sobre los Derechos de las Poblaciones Indígenas, cuyo proyecto se ha debatido y examinado durante más de 15 años, y aún no se ha aprobado. Hasta el presente, sólo dos de las 45 disposiciones han sido aprobadas por consenso y aún queda mucho camino por andar. Los representantes indígenas creen que el texto representa las "normas mínimas" para la supervivencia de los pueblos indígenas, por lo que no debería haber más enmiendas. Pero los gobiernos continúan con sus polémicas acerca de palabras y frases. Uno de los escollos más importantes es la comprensión de la expresión "libre determinación", que se menciona en dos cláusulas.

Ahora los gobiernos dicen que el GTPI, como órgano subsidiario, no cumple con su mandato de elaborar normas. Y, al haberse creado el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, consideran que ya no es necesario.

Y esta es la razón del conflicto. Los progresos del GTPI pueden haber sido lentos pero al menos este órgano tiene como mandato la elaboración de normas. En cuanto al Foro Permanente sólo está previsto que preste asesoramiento y formule recomendaciones sobre las cuestiones indígenas y que "difunda las actividades relacionadas con las cuestiones indígenas y promueva su integración y coordinación dentro del sistema de las Naciones Unidas".

El GTPI está también encargado de examinar "los acontecimientos relativos a la promoción y la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las poblaciones indígenas". Ha llegado a ser un lugar en el que se cuentan la historia y las luchas de los pueblos indígenas. Cada año se redactan cientos de declaraciones: sobre terribles relatos de homicidio, de acciones para despojar a los indígenas de sus tierras tradicionales, de intentos de silenciar el idioma y la cultura, y de genocidio. Al Foro Permanente se le pide únicamente que "prepare y difunda información sobre las cuestiones indígenas".

"Últimamente los pueblos indígenas han reconocido el valor del GTPI", expresa Poma. "Y es necesario para encargarse de la elaboración de nuevas normas, que permitan reglamentar otras cuestiones importantes como los derechos de propiedad intelectual, las relaciones con empresas transnacionales y los problemas de educación y desarrollo social. El Foro Permanente es necesario para observar el cumplimiento de las normas."

Hace ya tiempo que algunos observadores indígenas vienen denunciando que ciertos gobiernos están tendiendo una trampa para liberarse del GTPI. Si tienen razón en lo que dicen, parecería que ahora se ha accionado esa trampa. Los gobiernos hablan de "duplicación" y de "falta de recursos. Los representantes indígenas hablan de la índole complementaria de los dos órganos, precisamente porque tienen mandatos diferentes.

Mililani Trask, una miembro indígena del Foro Permanente, procedente de Hawai, piensa que "las cuestiones importantes que han de ser examinadas por el Foro Permanente tienen que ser formuladas por el GTPI". La situación actual la exaspera en gran medida. "Pienso que ha habido un esfuerzo deliberado para frustrar el proceso de Foro Permanente, por razones geopolíticas", añade. "A muchos Estados simplemente no les gusta el proyecto de Declaración, y no quieren ningún otro ejercicio de elaboración de normas".

"Estamos decepcionados porque algunos gobiernos han contrapuesto el GTPI al Foro Permanente" dice Kenneth Deer de la nación Mohawk que ha ocupado posiciones dirigentes en las reuniones de los indígenas en la ONU. "¡Es absurdo! Sus mandatos son diferentes. El GTPI puede tomar iniciativas para la elaboración de nuevas normas; el Foro Permanente no puede hacerlo".

Sin embargo, algunos gobiernos, sobre todo el grupo de CANZUS (Canadá, Australia, Nueva Zelandia y Estados Unidos), se muestran inflexibles en cuanto a que el GTPI tiene que desaparecer. Como respuesta, los representantes indígenas dicen que ellos convinieron en el texto del proyecto de declaración hace años y que han sido los gobiernos quienes han frenado el proceso con sus objeciones y compromisos. "Son los gobiernos los culpables de que no se hayan aprobado las nuevas normas. Son ellos quienes han impedido el cumplimiento del mandato del GTPI, y ahora, porque les conviene, quieren liberarse de ese grupo y sustituirlo por otro órgano que no tiene la posibilidad de elaborar normas, y que no hace más que oír informes", expresa Deer.

Un dirigente indígena de los Estados Unidos va aún más lejos: "Hay una tendencia entre los Estados a sofocar o reprimir los avances que hemos hecho a lo largo de los últimos diez años. Ahora los gobiernos nos asignan menos recursos; no porque tengan menos dinero, sino porque, desde el 11 de septiembre, el dinero se utiliza para hacer la guerra".

Poma es claro en cuanto a la posición del CMI en el debate actual sobre los dos foros. "El CMI siempre ha considerado muy importante apoyar las iniciativas de los indígenas. Cuando se propuso la creación del Foro Permanente, el CMI hizo declaraciones de apoyo. Pero también somos conscientes de la importancia de mantener el GTPI. El Foro Permanente está dentro del sistema; el GTPI escucha las voces de la base. Tenemos que fortalecer uno y otro."

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Bob Scott es un encargado de comunicación en el Equipo de Información del CMI.

El texto de la Declaración sobre los Derechos de las Poblaciones Indígenas puede leerse en: www.oit.or.cr/mdtsanjo/indig/dec_onu.htm

El texto del Informe del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas sobre la labor realizada en su primer período de sesiones puede leerse en: www.un.org/spanish/hr/indigenas/mediaadv_s.html