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El secretario general del CMI Tveit, Estela de Carlotto y la secretaria general adjunta, Isabel Apawo Phiri.

El secretario general del CMI Tveit, Estela de Carlotto y la secretaria general adjunta, Isabel Apawo Phiri.

Por Annegret Kapp*

“Desde 1983, Argentina disfruta del mayor período de democracia de nuestra historia: supone un gran logro y por eso debemos cuidar de él”. El orgullo por el cambio pacífico de la dictadura militar a la democracia hace treinta y cinco años y la preocupación ante los últimos acontecimientos en su país resumen el mensaje transmitido por Estela Barnes de Carlotto en la reunión celebrada en Ginebra que revitaliza la amistad entre el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, que preside.

Carlotto fue recibida en el Centro Ecuménico de Ginebra por el secretario general del CMI, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, y otros altos cargos. Dio las gracias al CMI por el apoyo recibido durante los años en que ella y otras mujeres comenzaron a manifestarse cada semana en la Plaza de Mayo. Habían elegido esta plaza simbólica del centro de la capital argentina para exigir justicia para sus hijos que habían sido secuestrados y la restitución de sus nietos nacidos en los centros de detención secretos del régimen.

“En nuestro dolor, decidimos estar unidas”, dijo Carlotto recordando la fuerza colectiva de estas madres y abuelas.

La energía y la dedicación de esta mujer de 86 años impresionaron al personal del CMI, como también lo hizo la conmovedora historia del sufrimiento de su familia. Primero, en 1977, su esposo fue secuestrado y detenido durante veinticinco días porque el régimen quería saber dónde se encontraban las hijas de la pareja, pertenecientes a un movimiento estudiantil. Después de presenciar y sufrir torturas durante aquellos veinticinco días, fue finalmente liberado.

La familia no tuvo tanta suerte cuando unos meses más tarde su hija Laura, embarazada en aquel momento, también fue arrestada de manera ilegal. Aunque no fue asesinada de inmediato, como sí le ocurrió a su pareja, solo se la mantuvo con vida hasta que dio a luz a un niño, como la familia descubriría mucho más tarde.

Al contrario que las familias de otros desaparecidos, “tuvimos el privilegio de recibir su cuerpo el día que fue asesinada”, recordó Carlotto, y explicó cómo su dolor se transformó en un compromiso: “Prometí ante la tumba de mi hija que buscaría justicia para ella y encontraría a su hijo”.

En efecto, en 2014, Carlotto se reunió con su nieto Guido cuando éste respondió a la invitación pública de las Abuelas de Plaza de Mayo a que los jóvenes con dudas sobre su identidad se hicieran pruebas de ADN. La alegría de encontrar a su nieto perdido después de tanto tiempo no ha debilitado su compromiso: “Seguiré trabajando por las abuelas cuyos brazos todavía están vacíos mientras tenga vida y salud”, dice.

La asociación de las abuelas mantiene su compromiso con las 30 000 personas que fueron secuestradas entre 1976 y 1983 buscando justicia a través del sistema jurídico y recogiendo pruebas forenses. Prosigue asimismo sus esfuerzos para reunir con sus familias biológicas a los aproximadamente 500 niños que fueron adoptados de manera ilegal y secreta durante aquella época, en algunas ocasiones por los asesinos de sus verdaderos padres. Hasta ahora, 122 niños han podido conocer su verdadera identidad con la ayuda de las abuelas.

En la reunión del 31 de agosto con los dirigentes del CMI, Carlotto expresó su preocupación por el hecho de que en la actualidad, especialmente desde la elección de un nuevo gobierno en 2015, se esté reduciendo el espacio de debate sobre los crímenes del pasado.

Carlotto también habló del caso de Santiago Maldonado, el joven de 28 años que lleva desaparecido desde el 1 de agosto después de participar en una manifestación por los derechos de los indígenas en la Patagonia. Se sumó a la preocupación expresada por la familia del joven de que el Estado no está tomando en serio los indicios que apuntan a la participación de las fuerzas de seguridad en su desaparición. El 1 de septiembre se produjeron manifestaciones de solidaridad en toda la Argentina.

Iglesias miembros del CMI en Argentina

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Iglesias argentinas celebran el hallazgo del nieto de una de las fundadoras de las Abuelas de Plaza de Mayo (comunicado de prensa del CMI de agosto de 2014)

Declaraciones sobre la desaparición de Santiago Maldonado del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, la Iglesia Evangélica Luterana Unida, la Iglesia Evangélica Metodista Argentina y la Iglesia Valdense.

Fotografías de la reunión y audio original de un minuto de duración disponibles para su descarga gratuita a fin de ilustrar el presente artículo

*Annegret Kapp trabaja para el departamento de comunicación del Consejo Mundial de Iglesias.