Véase Comunicado de prensa del CMI, PR-03-16, 24 de abril de 2003

Véase De Última Hora del CMI, UP-03-17, 29 de abril de 2003

Fotos sin cargo disponibles, ver al final

Representantes de iglesias reunidos en Buenos Aires confrontaron opiniones sobre la globalización: algunos la condenaron abiertamente, mientras otros rescataron sus rasgos positivos. Además criticaron el rol legitimador de políticas excluyentes que a veces juegan las iglesias.

La confrontación de puntos de vista la protagonizaron panelistas y representantes provenientes de diferentes contextos regionales, al debatir la problemática "pobreza/riqueza", ayer 29 de abril, durante el segundo día de la consulta "Globalizar la Vida Plena".

Convocada por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), y coauspiciada por el Consejo Mundial de Iglesias y otras organizaciones ecuménicas, la consulta se extenderá hasta el 1 de mayo.

Las ponencias presentadas exploraron el tema desde el punto de vista de los indígenas latinoamericanos, las iglesias europeas y las organizaciones ecuménicas.

Julián Guamán, teólogo indígena del Ecuador, planteó una de las visiones críticas de la globalización cuando la definió como un "pulpo que absorbe todo hacia su centro".

Guamán explicó que "entre los indígenas, pobre es quien no tiene tierra para cultivar". Y señaló que en el Ecuador los indígenas tienen "pedacitos de tierra de entre 100 metros cuadrados a 13 hectáreas". Mientras tanto los terratenientes concentran el manejo del riego, y la tierra "se quema" por el uso intensivo de fertilizantes.

Peter Pavlovic, representante de la Conferencia de Iglesias Europeas, consideró a su turno que el proceso globalizador tiene rasgos positivos para los países de Europa central y oriental. Entre ellos enumeró la movilidad, la comunicación y el acceso a la democracia.

Recordando que esos países vivieron más de medio siglo bajo un régimen totalitario, Pavlovic reconoció ciertos efectos negativos de la globalización:  "Hay una caída muy rápida de la solidaridad", dijo.

Pavlovic también subrayó que la ecología no era una prioridad durante la época de la Cortina de Hierro, mientras que ahora, gracias a la globalización, está en la agenda. "No hay respuestas fáciles ante un problema tan complejo", advirtió el representante europeo.

Por su parte, Bob Goudzwaard, de la Iglesia Reformada Holandesa, advirtió que los efectos negativos de la globalización también se registran en los países desarrollados, donde aumenta la pobreza y la brecha entre los más ricos y los más carenciados en la sociedad.

Para Goudzwaard, empobrecimiento y enriquecimiento van de la mano, y como ejemplo recordó que en los Estados Unidos uno de cada cuatro chicos sufre hambre. Basándose en la metáfora del árbol que regula su crecimiento para sobrevivir, reclamó a los países centrales que pongan límite a su crecimiento.

Luego de debatir las ponencias, los participantes coincidieron en que la intervención de las iglesias ante la pobreza se caracteriza sobre todo por ser asistencial, aunque reconocieron que "algunas iglesias han intentado elaborar un concepto de desarrollo transformador entre sectores pobres".

Algunos grupos fueron más allá y denunciaron que las iglesias "fuimos un elemento de privatización de la asistencia social". Por este camino, agregaron, "las iglesias se convierten en agentes legitimadores de políticas de exclusión social, y su acción se concentra en mitigar la pobreza, no en resolverla".

Los alrededor de cien participantes provenientes en su mayoría de América Latina y el Caribe, pero también de Europa, América del Norte, Asia, Africa y Oceanía, propusieron que desde organizaciones ecuménicas como el CLAI se divulguen conceptos alternativos de propiedad basados en la Biblia.

Otras propuestas fueron la participación de los cristianos en espacios de decisión política a nivel local, regional y nacional, fortalecer las economías alternativas solidarias, y abrir canales para que el sur y el norte intercambien información que ayude al conocimiento mutuo.

Además del Consejo Mundial de Iglesias, coauspician también la consulta de Buenos Aires la Alianza Reformada Mundial y la Conferencia de Iglesias Europeas.

Fotos sin cargo para acompañar este comunicado están disponibles a pedido; pueden verse en:www.wcc-coe.org/wcc/what/jpc/argentina-s.html