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Iglesia de la Natividad, Belén. © Albin Hillert/CMI

Iglesia de la Natividad, Belén. © Albin Hillert/CMI

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) lanzó el Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI) en 2002 en respuesta a un llamamiento de los líderes religiosos locales de que se aumentara la presencia internacional en el país.  Hasta la fecha, más de 1.800 acompañantes ecuménicos han trabajado para crear las condiciones para una paz justa.

Las partes interesadas, los asociados ecuménicos y el personal del Programa Ecuménico de Acompañamiento en Palestina e Israel (PEAPI) del CMI se reúnen esta semana (27 a 31 de marzo) en Ginebra para la reunión anual, con el fin de promover y reforzar una paz justa para palestinos e israelís. El PEAPI celebra su decimoquinto aniversario y empieza además a poner en práctica los resultados de una reciente evaluación.

Décadas en busca de la paz

“Por causa del Evangelio y por el bienestar de los pueblos palestino e israelí”, ​​dijo al grupo el obispo Munib Yunan, “el PEAPI y todo el CMI deben ser una voz profética en la región, y liderar en el presente recordando el pasado e imaginando un futuro constructivo para lograr una paz justa, tanto para Palestina como para Israel”.

El Rev. Yunan es un cristiano árabe, obispo de la Iglesia Evangélica Luterana de Jordania y de la Tierra Santa, y presidente de la Federación Luterana Mundial desde 2010.

El Rev. Yunan, instó a los participantes a estar abiertos a nuevas formas de testimonio y de sensibilización, insistiendo en que "buscamos justicia para todos". “Hoy es el día para un nuevo kairós para la paz justa en Oriente Medio”, dijo.

El PEAPI es una iniciativa ecuménica del CMI, una asociación que hacen posible las iglesias miembros y los asociados ecuménicos, y que se inició en 2002 en respuesta a una petición por parte de los jefes de las iglesias de Jerusalén.

Más de 1.800 exalumnos del programa son testimonio vivo en sus iglesias de origen de las dificultades y las condiciones de opresión de la ocupación que dura varias generaciones.

Acompañar es sensibilizar

En su discurso de apertura ante los asistentes, el Secretario General del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, afirmó la importancia de la labor del PEAPI como parte integral de la labor ecuménica. Citando a Juan 17:21 y haciendo referencia al deseo expreso de “que todos sean uno”, dijo que la labor del CMI consiste en “exhortarnos los unos a otros a alcanzar la unidad por el bien del mundo, por la justicia y la paz, y por el reino de Dios”.

Y también por Israel y Palestina. “Nuestra misión”, dijo, “es trabajar por la paz justa”.

El contexto de Israel y Palestina hace que el cumplimiento del mandato ecuménico del PEAPI sea una tarea compleja. No obstante, el PEAPI es más que un programa, dijo el Rev. Tveit. Es una “obra santa”, en la que Dios nos llama a ser constructores de la paz y a trabajar siguiendo los valores del reino de Dios en pos de la justicia y la paz. Su labor no es solo acompañar, sino también derrumbar mitos, ideologías y malentendidos teológicos que alimentan las animosidades en la región.

El obispo Yunan describió la realidad actual de la situación entre Israel y Palestina y sugirió varias direcciones que debe tomar ahora el trabajo de la iglesia.

Destacando la necesidad de que las propias iglesias fomenten la plena participación en sus vidas y en su labor, el Rev. Yunan afirmó haber visto una “energía renovada para la cooperación ecuménica” tras las celebraciones ecuménicas llevadas a cabo en Lund el pasado otoño, con ocasión del aniversario de la Reforma. Pidió un firme compromiso con la solución de los dos Estados, a pesar del reciente alejamiento de esta postura entre los políticos israelíes y la nueva administración en los Estados Unidos de América.

Los esfuerzos para lograr unos derechos ciudadanos igualitarios para todas las personas en los países árabes son también importantes, dijo el Rev. Yunan, mientras que un compromiso renovado para con un servicio y una educación interreligiosos conjuntos pueden actuar como contrapeso al extremismo. “Nuestra labor interreligiosa debe ir más allá del diálogo”, dijo. “Debemos reconocer el rostro de Dios en el otro”.

Un ecosistema de sensibilización

Formular la estrategia revisada del PEAPI en el complejo entorno cultural y político de Israel y Palestina ha sido una preocupación expresada en repetidas ocasiones durante la reunión.

El Rev. Tveit señaló que el acompañamiento es en sí mismo una poderosa forma de promover la paz justa. A través de su presencia, sus informes, sus comunicaciones, y sus  testimonios, los participantes en el PEAPI, tanto los actuales como los anteriores, cambian las mentes y los corazones y empoderan a las personas que están en el terreno.

Hizo alusión a su reciente reunión con el presidente palestino, Mahmud Abbas, quien dijo que el programa es un apoyo para su pueblo.

Para Frank Chikane, nuevo moderador de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales (CIAI) del CMI, estos testimonios tan personales son indispensables para tratar los traumas que padecen, no solo las víctimas de la opresión y la injusticia, sino también sus opresores. Citando su propia experiencia en la lucha contra el apartheid, el Rev. Chikane afirmó que veía varias formas de promoción y sensibilización para las distintas iniciativas y programas en Oriente Medio, en que las iglesias siguen teniendo un papel fundamental.

Cada persona, cada iglesia y cada programa tiene un papel que desempeñar en el fin de la ocupación. Un palestino de Belén de 48 años de edad planteó la situación con crudeza al Rev. Chikane, dando la medida de la responsabilidad cristiana desde hace 50 años:

"Nací en una tierra ocupada, sigo viviendo en una tierra ocupada y moriré en una tierra ocupada", aseveró. “¿Qué se puede hacer para cambiar eso?”

Más información sobre el Programa de Acompañamiento Ecuménico (en inglés)

Lea acerca de la reciente evaluación del trabajo del PEAPI (en inglés)

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