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Rev. Phumzile Mabizela. © Paul Jeffrey/CMI

Rev. Phumzile Mabizela. © Paul Jeffrey/CMI

Por Alan Bain

En la última sesión de la reunión religiosa previa a la conferencia sobre el VIH y el SIDA, las comunidades religiosas renovaron su compromiso de poner fin al VIH y el SIDA, y de mantener la presión ante la insensibilización producida por la saturación informativa sobre el SIDA.

En un conmovedor discurso, la Rev. Phumzile Mabizela, directora ejecutiva de INERELA+, dijo: “Debemos seguir por el carril rápido. No podemos volver al carril lento ni ir despacio en el carril rápido”.

INERELA+ es una red interreligiosa internacional de líderes religiosos que viven con o están personalmente afectados por el VIH.

El sentimiento fue reforzado por la asesora superior de ONUSIDA para las organizaciones confesionales, Sally Smith, que pidió ayuda a estas organizaciones diciendo: “Contamos con la ciencia para poner fin al VIH en cinco años, pero no tenemos los fondos. Necesitamos a las organizaciones religiosas y su voluntad de hacer un esfuerzo adicional. Están llamadas a terminar la tarea que comenzaron”.

Smith alentó a las organizaciones religiosas a que revaluaran sus objetivos y se adaptaran a los cambios experimentados por el VIH en todo el mundo. “Tienen que mirar lo que están haciendo. La epidemia ha cambiado. ¿Han cambiado ustedes? Necesitamos nuevos objetivos: duplicar el número de personas que reciben tratamiento, acelerar el alcance de la realización de las pruebas y acabar con las nuevas infecciones de niños”.

En una evaluación teológica, el Rev. Edwin Sanders de la Iglesia Interdenominacional Metropolitana de los Estados Unidos de América utilizó el símbolo de los rascacielos para describir el panorama diciendo lo siguiente: “Los símbolos mundiales del poder son los edificios altos que construimos, prueba de nuestro progreso. Pero estas mismas estructuras proyectan una sombra sobre los que no tienen poder, y son las personas que están en la parte más oscura de esa sombra aquellas a las que estamos llamados a ayudar”.

Con poco más de 20 años, la zambiana Melodie Jongwe hizo que la sesión volviera a poner los pies en la tierra. Al contraer el VIH, no tenía conocimiento de la enfermedad y su hijo nació infectado por el virus. “Cuando tuve a mi bebé me salieron ampollas. No sabía nada y volví al dispensario, donde me diagnosticaron. Insto a todos los dirigentes religiosos a que intensifiquen su compromiso de poner fin al SIDA como una cuestión de justicia”, dijo.

Cobertura de cuestiones y actividades religiosas en la Conferencia sobre el SIDA 2016

Fotografías disponibles para su descarga gratuita

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Vivir la promesa: Campaña sobre el VIH de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial del CMI (en inglés)

Iniciativas Ecuménicas y Acción Mundial sobre el VIH y el SIDA (EHAIA) del CMI