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A man holds a sign reading 'Stop climate crime'

Activistas climáticos del grupo Extinction Rebellion toman las calles de Glasgow (Escocia) bajo una fuerte presencia policial durante la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP26), celebrada en esa ciudad en noviembre de 2021, para protestar contra la inacción política frente al cambio climático y exigir justicia climática a los dirigentes mundiales allí reunidos para negociar una respuesta a la actual crisis y emergencia climáticas. 

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La presentación es un comentario sobre la política de delitos medioambientales de la fiscalía.

“La CPI se creó para acabar con la impunidad de los crímenes más graves”, reza el documento. “Acabar con la impunidad de quienes propagan desinformación deliberada sobre el calentamiento del planeta es un paso esencial para detener la actual expansión de los combustibles fósiles, que amenaza a la humanidad y al planeta vivo”.

El comentario da seguimiento a la presentación titulada “Desinformación sobre el cambio climático: necesidad de evolución jurídica” transmitida por el CMI a la CPI en diciembre de 2023.

En este, el CMI recomienda que el actual Estatuto de Roma tipifique dos tipos de actos delictivos como delitos medioambientales.

El primero es la desinformación climática. “Tanto si la desinformación procede de los directivos de las empresas de combustibles fósiles como de quienes las financian y actúan en su nombre, es letal dado el escaso margen de tiempo que queda para evitar la irreversibilidad de la catástrofe climática”, afirma el comentario. “El daño a la salud física y mental de menores y jóvenes y la amenaza a su propia supervivencia exigen este reconocimiento”.

El segundo es la financiación de nuevos proyectos de extracción y explotación de combustibles fósiles. “Exigir responsabilidades a los bancos y propietarios de activos que siguen financiando nuevos proyectos de extracción y explotación de combustibles fósiles es una cuestión de supervivencia para los niños y niñas de hoy y las generaciones futuras”, reconoce el comentario. “La maximización de los beneficios de los combustibles fósiles sin tener en cuenta sus perjuicios sobre la población mundial es el origen de sufrimientos físicos y psicológicos extremos”.

Los niños y niñas del mundo son quienes soportan los mayores niveles de angustia por esta causa, destaca el comentario.

“Los dirigentes de la industria de los combustibles fósiles y sus asociados responsables de estos delitos deben rendir cuentas”, concluye el comentario.

El secretario general del CMI, el Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, señaló que la 11ª Asamblea del CMI en Karlsruhe (Alemania), en 2022, determinó que la justicia climática y el desarrollo sostenible eran aspectos importantes de la labor del CMI.

“Me alegra mucho saber que el CMI está haciendo algunas contribuciones muy importantes a la causa del clima, especialmente en las medidas dirigidas a garantizar un futuro a los niños y niñas, quienes serán los principales afectados en los años venideros”, afirmó. “Cuidar de la Tierra —que es “Del SEÑOR, (…) y todo lo que hay en ella (Salmo 24:1)— exige actuar con decisión e intención”.

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