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“No obstante, como discípulos de Jesús y como comunidades cristianas unidas en el amor de Cristo, estamos llamados a hacer frente al miedo, desmentir la falsedad, cuestionar el egoísmo y la codicia, y ofrecer esperanza al mundo entero”, dice el mensaje. “¿De dónde sacamos esta energía y vitalidad?”.
En el mensaje navideño, se afirma que la celebración del nacimiento de Jesús es nuestra resistencia frente a la desesperación.
“[Jesús] es nuestra luz en un tiempo de tinieblas, una luz que nos permite vivir por la verdad y esforzarnos para lograr la redención del mundo”, reza el mensaje “Hijos de la luz, no nos resignaremos, ni dejaremos que otros se resignen, a vivir en un mundo herido de muerte por la violencia, abrasado por el calor o ensombrecido por el miedo”.
El Consejo Mundial de Iglesias comparte su sincera alegría. “Asimismo, redoblamos nuestra determinación de trabajar incansablemente con ustedes por la salud y la sanación de los enfermos, una economía justa, el bienestar de los migrantes y las personas desplazadas, la paz y la seguridad para todos, el avance de los derechos humanos y la dignidad, y el florecimiento de la justicia para las mujeres, los niños y la propia tierra”, dice el mensaje. “¡Alegrémonos! La luz de Cristo promete disipar nuestras tinieblas. Dejemos que ilumine nuestros espíritus y aliente nuestros corazones”.
