Discípulos de Cristo/Iglesias de Cristo

La familia de iglesias conocida como Discípulos de Cristo/Iglesias de Cristo surgió a partir de un movimiento de comienzos del siglo XIX con orígenes en el Reino Unido y los Estados Unidos de América. El movimiento del Reino Unido se originó en las congregaciones formadas en la segunda mitad del siglo XVIII, algunas de las cuales estaban entre las que se reunieron en la primera reunión "cooperativa" de las congregaciones de las Iglesias Británicas de Cristo en 1842. El movimiento de los Estados Unidos se centró en tres líderes importantes, en concreto: Barton W. Stone, Thomas y Alexander Campbell. Barton Stone era un pastor presbiteriano que organizó en 1801 un reavivamiento que es considerado un hito significativo de la historia religiosa de los EUA. La experiencia le llevó a abandonar el sínodo presbiteriano de Kentucky en 1803 y, más tarde, a fundar la "Iglesia Cristiana" en 1804 (reflejando el deseo de ser "simplemente cristiano").

Thomas Campbell, también pastor presbiteriano, llegó a los Estados Unidos en 1807 desde Irlanda. En 1809, debido a lo que consideraba el escándalo de la división cristiana, formó la Asociación Cristiana de Washington (Pensilvania) y publicó un documento clásico sobre la unidad cristiana: "La Declaración y Alocución". Su hijo Alexander Campbell se convirtió en defensor de estos ideales y pronto tomó las riendas del movimiento de reforma que se estaba produciendo. No prosperaron los intentos de continuar trabajando con los presbiterianos. Por lo tanto, los reformadores, a su pesar, instituyeron como una iglesia diferente su congregación de Brush Run, Pensilvania, en 1811. También fracasó el intento de trabajar con los bautistas durante las dos décadas siguientes y hacia 1830 estos "Discípulos" eran un grupo aparte.

En 1824, Barton Stone y Alexander Campbell se conocieron. Sus movimientos se agruparon en 1832, a lo que siguió un período de definición y consolidación para este movimiento unido. El siglo XIX fue una época de importante expansión en que las Iglesias Cristianas (Discípulos de Cristo) se convirtieron en la quinta denominación de los Estados Unidos.

Los primeros líderes de ambos movimientos creían que la unidad cristiana es imprescindible para la proclamación del Evangelio y la integridad del testimonio de la iglesia en el mundo, y que se podía hacer realidad mediante la restauración de la fe y el orden de la iglesia neotestamentaria. Su llamamiento consistía en volver a la tradición apostólica de la iglesia más primitiva, que ellos identificaban como el "antiguo orden de las cosas". Sobre la base del testimonio del Nuevo Testamento, tomaron forma muchas de las creencias y prácticas características de la iglesia que continúan vigentes hoy en día: la celebración semanal de la cena del Señor, el bautismo por inmersión de los creyentes que profesan la fe, el compromiso con el sacerdocio de todos los creyentes en que laicos y ordenados participan del ministerio de la Palabra y los sacramentos, el autogobierno de la congregación y la proclamación del Evangelio al mundo.

Los Discípulos de Cristo creen que la iglesia es una comunidad sacramental, una comunidad de alianza creada por la iniciativa de la gracia de Dios y sostenida en su vida por el Espíritu Santo. El bautismo y la cena del Señor son aceptados como sacramentos de la iglesia, y son los elementos principales a la hora de dar forma al carácter distintivo e identidad de los Discípulos de Cristo. El bautismo señala la entrada como miembro de la iglesia universal. La sagrada comunión es el acto central del culto dominical; siempre se invita a una "mesa abierta". Cristo está presente en todas las Santas Cenas tanto en las especies sacramentales tal y como son recibidas como en la vida de la propia comunidad.

El movimiento de los Discípulos de Cristo, caracterizado por su mensaje de libertad, diversidad, sencillez de culto y una fe razonable, se ha extendido de América del Norte al Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelandia, donde se encontró con otros grupos de creencias similares, normalmente llamados "Iglesias de Cristo". A través del movimiento misionero del siglo XIX, han sido fundadas en otros lugares del mundo comunidades de los Discípulos de Cristo/Iglesias de Cristo. Muchas de ellas se han unido a otras denominaciones para formar iglesias unidas.

Hacia 1906, las congregaciones que actualmente se conocen en los Estados Unidos como "Iglesias de Cristo (a capela)" se habían convertido en un grupo bien diferenciado. A lo largo del siglo XX, han funcionado en gran medida por separado, aunque en la actualidad hay un movimiento sólido que busca abrazar de nuevo la iglesia más amplia. Entre los años veinte y los años sesenta se produjo una nueva división en los Estados Unidos, que culminó en la reestructuración de un grupo más ecuménico como la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), permaneciendo como Iglesias Cristianas/Iglesias de Cristo "independentes" quienes no deseaban formar parte de esta denominación.

Los Discípulos de Cristo/Iglesias de Cristo cuentan con dos organizaciones internacionales que cumplen distintos objetivos y operan con un estilo diferente:

  1. la "Convención Mundial de Iglesias de Cristo", y
  2. el Consejo Consultivo Ecuménico de los Discípulos.