Iglesias unidas y en vías de unión

Las iglesias unidas son las que han sido formadas mediante la fusión de dos o más iglesias distintas, de la misma confesión o de confesiones diferentes. Han surgido en los últimos dos siglos cuando las iglesias han intentado hacer totalmente visible la unidad dada a ellas en Cristo. En unión, las iglesias van más allá de la cooperación y la asociación hacia un nivel de responsabilidad mutua que solo puede expresarse adecuadamente en la vida dentro de una estructura eclesial única. Hoy en día, hay unas cincuenta iglesias unidas, que se encuentran en todas las regiones del mundo. Muchas de estas iglesias incorporadas fueron formadas por uniones anteriores, así que el número total de "acciones unificadoras" puede ser hasta ciento cincuenta.

Las iglesias en vías de unión son aquellas que actualmente participan en un proceso formal de unión. En este momento, un total de aproximadamente cuarenta iglesias toma parte en, al menos, quince procesos de este tipo en todo el mundo. En algunos casos, las iglesias que están de camino a la unión ya expresan la unidad dada a ellas en Cristo de manera parcial y provisional, por ejemplo, a través de acuerdos de asociación o programas de misión conjunta. Cabe recordar que algunas iglesias ya unidas se describen a sí mismas como iglesias "en vías de unión" (Uniting) para poner énfasis en su compromiso con una mayor unión (por ejemplo, la Iglesia Unida en Australia [en inglés, the Uniting Church in Australia], 1977)1.

Las iglesias unidas han tomado la oración de Cristo de que los cristianos sean uno (Juan 17:21) como un imperativo para la acción concreta en aras de la unidad. Han adoptado una "eclesiología kenótica" según la cual, las iglesias divididas de distintas confesiones están dispuestas a "perder" su antigua identidad a fin de "alzarse" juntas como una nueva iglesia unida. Son la forma más completa (aunque no la única posible) de "unión orgánica" (Segunda Conferencia Mundial de Fe y Constitución, Edimburgo, 1937) y la expresión más clara de las "iglesias locales verdaderamente unidas" previstas en la declaración sobre comunidad conciliar de la Asamblea del CMI en Nairobi (1975).

Las iglesias unidas constituyen probablemente la familia de iglesias más diversa de todo el mundo. Con frecuencia, se identifican cinco tipos distintos. El primero corresponde a las primeras uniones que se realizaron entre iglesias reformadas y luteranas de Alemania, Austria y Checoslovaquia en el siglo XIX y principios del siglo XX (la antigua Unión Prusiana de 1817, posteriormente Iglesia Evangélica de la Unión, en Alemania). La segunda clase es la serie de uniones que congregaron a lo largo del siglo XX a varias combinaciones de presbiterianos, congregacionalistas, metodistas, discípulos de Cristo y otras iglesias "libres" en el Reino Unido, Australia, Canadá y los Estados Unidos (comenzando con la Iglesia Unida del Canadá, 1925).

El tercer tipo son las uniones entre las confesiones mencionadas anteriormente acaecidas en el hemisferio sur y el Caribe (la Iglesia de Cristo en Tailandia, 1934; la Iglesia Unida de Zambia, 1965; y la Iglesia Unida en Jamaica y las Islas Caimán, 1992). El cuarto son las uniones que incluyen iglesias anglicanas y, por consiguiente, estructuras de gobierno episcopales (comenzando con la Iglesia de la India Meridional, 1947, e incluyendo la unión más integral, la Iglesia de la India Septentrional, 1970, compuesta por iglesias anglicanas, bautistas, congregacionales, de los discípulos, de los hermanos, metodistas y presbiterianas). Hasta ahora, estas uniones se limitan al subcontinente indio.

La quinta clase corresponde a las uniones entre iglesias de la misma familia confesional (la Iglesia Presbiteriana [Estados Unidos de América], 1983). Aunque las uniones de este tipo no requieren superar diferencias teológicas importantes, las fuentes históricas, culturales y sociales de división hacen que frecuentemente el proceso de unión sea al menos igual de difícil que el de las iglesias de diferentes confesiones.

Más que por una estructura o una eclesiología uniforme, estas iglesias están vinculadas por su compromiso con la unidad visible -esto es, estructural así como espiritual- y por la misma experiencia de unión. La experiencia de integrar las interpretaciones y prácticas diferentes (a veces, aparentemente opuestas) que son aportadas a la unión determina su vida eclesiológica (por ejemplo, la Iglesia Reformada Unida del Reino Unido [1972/1983/2000] ha incorporado a su vida teológica y litúrgica tanto el bautismo "de niños" como el bautismo "de adultos").

Con frecuencia, las uniones de iglesias dan un importante testimonio teológico y social. Por ejemplo, las uniones del hemisferio sur han servido de vehículo importante para la indigenización de la iglesia, ya que varias iglesias fundadas por misiones y financiadas en buena parte desde el extranjero han dado paso a una única iglesia autónoma dirigida y financiada localmente. La Iglesia Presbiteriana Unida en África Austral dio un testimonio diferente al unir a una iglesia predominantemente blanca con una iglesia negra en el contexto de Sudáfrica justo después del apartheid.

Por el momento, las iglesias unidas y en vías de unión no han formado su propia comunión cristiana mundial, al no querer convertirse en "otra denominación más" y quizá temiendo que ese paso disminuya su afán de más unión. La Comisión de Fe y Constitución del CMI ha hecho las veces de punto de referencia común de estas iglesias, a petición suya, organizando una serie de consultas internacionales de las iglesias unidas y en vías de unión y publicando a intervalos regulares Survey of Church Union Negotiations (Estudio de las negociaciones de unión entre las iglesias).

Muchas iglesias unidas han mantenido contactos con las alianzas confesionales mundiales de las iglesias que las constituyen. De las comuniones mundiales, el Consejo Consultivo Ecuménico de los Discípulos y la Alianza Reformada Mundial han animado a sus iglesias miembros a participar en nuevas uniones. Ellos, y el Consejo Consultivo Anglicano, han mantenido contactos continuos con las iglesias unidas que incorporan respectivamente grupos de discípulos, de reformados y congregacionales, o de anglicanos.

Los problemas a que se enfrentan las iglesias unidas y en vías de unión hoy en día, tal y como se analizaron en su consulta internacional más reciente, incluyen (1) la naturaleza de la unión (¿qué grado de acuerdo en cuestiones de teología y práctica es esencial para la unión?, ¿qué tipo de organización será más útil para la nueva iglesia unida?), (2) el imperativo de la misión (¿cómo garantizar que la unión sirve para la misión de la iglesia en el mundo, más que simplemente para garantizar la supervivencia de la iglesia?), y (3) la cuestión de identidad (¿cuál es la identidad distintiva de estas iglesias?, ¿cómo pueden relacionarse de forma eficaz unas con otras, con sus iglesias "matriz" y sus comuniones mundiales, con otras iglesias y con el movimiento ecuménico?). Además, varios procesos de unión actuales (en Sudáfrica, Gales, los Estados Unidos) incluyen iglesias anglicanas o episcopalianas y, por ello, afrontan la cuestión de la gobernanza episcopal. En los Estados Unidos, el tema del racismo es crucial en las Iglesias Unidas en Cristo (desde 2002, las sucesoras del Consejo para la Unidad de los Cristianos) compuestas por diez miembros.

Con su compromiso de hacer totalmente visible la unidad y su experiencia práctica de la unión, las iglesias unidas y en vías de unión siguen haciendo una contribución distintiva e importante al movimiento ecuménico.

 


N. d. T.: En general, los nombres de las iglesias unidas (united) y en vías de unión (uniting) se traducen al español como "iglesias unidas", por lo que es difícil apreciar en este idioma la diferencia señalada en el texto.